El PP acusa a CiU y PSC de monopolizar la política catalana

Alberto Fernández Díaz, presidente del Partido Popular de Cataluña, presentó ayer a su partido como el único que tendrá en sus manos el Gobierno de la Generalitat pese a los intentos de Jordi Pujol y de Pasqual Maragall de "monopolizar Cataluña y las próximas elecciones autonómicas". Ese papel de bisagra será, a juicio de Fernández Díaz, el que centrará las "aberraciones" nacionalistas de Convergència i Unió, sobre todo en materia de política lingüística. En su discurso de clausura de la segunda escuela de verano, que los populares han celebrado en Roses, Alberto Fernández elevó el tono de sus críticas contra CiU y el PSC, consciente de que la precampaña electoral se va bipolarizando en estos dos partidos y sus respectivos candidatos. Romper esta tendencia es el objetivo que se ha marcado el PP de Cataluña. Fernández Díaz atacó con dureza a Maragall y Pujol, y les acusó de monopolizar Cataluña. "Cataluña no es un asunto privado entre dos. No es un patio de vecinos en el que nos podemos imaginar quién es el presidente de la comunidad y el vecino del quinto que ha regresado de vacaciones. Cataluña no es la obligación de los catalanes de elegir entre una ensalada catalana y una mixta", manifestó el presidente del PP catalán Protesta del PI En este sentido, llamó a los electores a no dejarse arrastrar por el culto a la personalidad de los candidatos convergente y socialista: "La única bipolarización que existe es la de un proyecto abierto y plural, el nuestro, contra uno uniforme, monolingüe y cerrado en sí mismo, el de CiU". Asimismo acusó a los nacionalistas de practicar el clientelismo y de afianzar su poder hegemónico en Cataluña mediante "una política de subvenciones partidistas". Fernández Díaz aprovechó su discurso para advertir a Jordi Pujol que no le permitirá una radicalización nacionalista, como su apoyo parlamentario a las selecciones deportivas catalanas, porque ello "abriría la puerta a la inestabilidad política y a la ingobernabilidad de Cataluña en los últimos meses de la legislatura". Respecto a Pasqual Maragall, el presidente del PP catalán le acusó de "ambiguo" y de avergonzarse de su partido político al "esconder sus siglas". Pese a la clara tendencia a la bipolarización, Alberto Fernández Díaz se mostró optimista respecto a los resultados que el PP obtendrá en las próximas elecciones autonómicas, votos que, a su juicio, les darán la llave del Gobierno de la Generalitat. Por otra parte, un grupo de 40 jóvenes del Partit per la Independència se concentró ayer frente a las puertas del hotel donde el PP celebró la escuela de verano para reclamar selecciones deportivas catalanas. Los jóvenes querían entregar una pelota de fútbol y canicas al secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Rodríguez, pero se lo impidieron los Mossos d"Esquadra.