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Gutiérrez y Méndez repasan los agravios mutuos y empiezan a resolver diferencias

Algo más de cinco horas necesitaron ayer los líderes de CCOO y UGT, Antonio Gutiérrez y Cándido Méndez, para empezar a resolver las discrepancias surgidas en las últimas semanas, durante un encuentro en el que estuvieron acompañados de sus secretarios de acción sindical, Fernando Puig y Toni Ferrer. Eso fue posible tras una primera parte calificada de "muy borrascosa" por uno de los asistentes, y que se convirtió en un auténtico memorial de agravios mutuos y de repaso a las críticas cruzadas, tras haber acusado UGT a CCOO de excesiva moderación, y la segunda a la primera, de haberse radicalizado.Con palabras más amables, otro dirigente sindical afirmó que todo se desarrolló en "un clima de franqueza". Para evitar que la prensa les localizara en medio de ese tenso debate, los sindicalistas se recluyeron desde las once de la mañana hasta pasadas las cuatro de la tarde, sin parar para comer, en un hotel madrileño del paseo de la Castellana.

Oficialmente, el encuentro concluyó con un comunicado de apenas siete líneas, en el que se confirma que se ha producido tal reunión "para examinar las diferencias" y se añade que se ha producido "con el ánimo de superarlas cuanto antes y reforzar las bases del trabajo sindical unitario, imprescindibles para acometer con éxito los próximos retos en defensa del empleo y de los derechos sociales".

Con ese objetivo se ha acordado mantener un encuentro de la Comisión Estable de Seguimiento, constituida hace un año y conformada por los cuatro dirigentes citados y por otros responsables de sus Ejecutivas.

Pese a la parquedad de esas siete líneas para dar cuenta de lo sucedido en más de cinco horas, fuentes de los dos sindicatos aseguraron que en ningún caso el intento ha sido un fracaso, y "se han cumplido las expectativas para sentar las bases que nos sirvan para superar las diferencias". Entre otras razones, porque son conscientes de que "la unidad de acción es el único camino" que tienen ante sí.

La tarea que ahora debe resolver esa Comisión Estable es la de trabajar sobre las plataformas comunes relacionadas con la reducción de la jornada laboral o la mejora de la cobertura del paro, precisando más claramente y por escrito la estrategia negociadora que van a mantener frente al Gobierno y la patronal. También deben precisar cómo combinar la negociación y las movilizaciones ante un eventual fracaso del diálogo.

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