La policía detuvo a El Bombita 20 días antes del crimen de Santa Cruz, pero lo soltó por error

La policía tuvo en su mano el evitar el crimen de la turista en el barrio de Santa Cruz (Sevilla). El 8 de junio, veinte días antes del apuñalamiento letal, Manuel Saborido Portales, El Bombita, fue detenido por la Policía Local y trasladado a la Jefatura Superior de Policía donde fue plenamente identificado. Sin embargo, fue puesto en libertad a pesar de que la prisión de Sevilla II había informado el 25 de mayo por fax a la policía de que el Bombita se había fugado tras disfrutar de un permiso penitenciario. Ese documento se extravió en la jefatura y el presunto asesino volvió a la calle porque no había nada contra él.

El Bombita fue detenido por un tirón por la Policía Local ante la que este delincuente dio el nombre falso de Juan Real Benítez. Ese mismo día fue entregado al Cuerpo Nacional de Policía, cuyo departamento científico comprobó mediante las huellas dactilares de que se trataba de Saborido Portales. Posteriormente, la jefatura, de la que es responsable el comisario Julián Martínez Izquierdo, comprobó en sus archivos si había algo pendiente contra él. No encontraron nada. Sin embargo, la prisión de Sevilla II había remitido el 25 de mayo un fax al juzgado, la Guardia Civil y a la jefatura en la que informaba de que el Bombita no había vuelto a la cárcel tras disfrutar de un permiso -negado por Instituciones Penitenciarias, pero autorizado por el juez de Vigilancia- entre los días 18 y 21 de mayo. Existe un documento de acuse de recibo de ese fax en la jefatura. Ese papel, un formulario normalizado, no se tramitó. El extravío ha llevado a la jefatura a abrir una investigación interna y a que el fiscal de Vigilancia Penitenciaria, Luis Fernández Arévalo, reclame oficialmente una copia compulsada del fax perdido. Cuatro fuentes distintas confirmaron ayer estos hechos, mientras la jefatura ni los confirmó ni los desmintió. Los sindicatos policiales SUP y UFP arremetieron ayer contra Martínez Izquierdo, máximo responsable policial de Andalucía occidental, y el delegado del Gobierno en la región, José Torres Hurtado, por su actuación en este crimen. Al primero lo acusan de ser responsable del "alarmante" aumento de la criminalidad en Sevilla (un 22%) y al segundo le critican que dijera que el día del crimen había 29 policías en Santa Cruz. Los estadillos del 28 de junio reflejan que había sólo 8 y dos atendían otro tirón en Triana.