Holanda, la única alternativa
Las grandes potencias se mantienen en el poder con un fútbol muy cuestionable
Terminó la segunda ronda y quedan los clásicos, con el añadido de dos selecciones (Dinamarca y Croacia) que parecen destinadas a desaparecer en cuartos y de Holanda, la única que presenta una propuesta alternativa a las grandes potencias. Los octavos de final han terminado con el mito africano y con dos equipos que llegaban con buena prensa: Yugoslavia e Inglaterra.El gran partido del torneo se disputó en Saint Étienne, con la particularidad de enfrentar a dos campeones del Mundo: Inglaterra y Argentina. Más que por la calidad del juego, muy discutible, fue un duelo entre adultos, con un nivel de pasión tan exagerado que todo lo superficial no tuvo sitio. Inglaterra salió eliminada pero dejó un jugador para el futuro: Michael Owen. Su segundo gol ante Argentina fue antológico por clase, velocidad y decisión.
En general todas las selecciones clasificadas para cuartos se han parecido a su estereotipo. Alemania ha sido el equipo previsible en su juego, fútbol sin creatividad, pero con una capacidad asombrosa para la supervivencia. Alrededor de esta condición se ha creado un mito que fundamentalmente afecta a sus adversarios, que padecen un miedo irresistible al éxito.
Italia está en plena campaña nostálgica. Se acuerdan de cómo ganaron el Mundial 82 y tratan de reproducir todas las condiciones de entonces. Se compara a Maldini con Bearzot, se sigue el mismo modelo conservador, se concede lo mínimo posible al juego y se tiene a Vieri como solución, al igual que Rossi en el 82.
Francia dispone de los jugadores para ganar el Mundial. También dispone de su condición de local. Y de un espíritu considerable. Pero sobre todo volverá a contar con Zidane, cuya ausencia en los dos últimos partidos rebajó las prestaciones de la selección francesa. Su problema estriba en el viejo complejo de inferioridad que ha tenido su fútbol con relación a Italia.
Apenas hay dudas de la victoria de Brasil sobre Dinamarca. Por el peso de la historia y de los jugadores. Sin embargo, Brasil ha decepcionado. Le falta estilo, que es lo que casi siempre les ha sobrado. También definirse en el centro del campo, donde Dunga parece demasiado viejo, Amaral demasiado discreto, Rivaldo demasiado poco centrocampista y Leonardo demasiado afectado por una posición que no le corresponde. Pero su artillería es impresionante. Con eso se llega a cualquier sitio.
Argentina es un equipo combativo que juega bastante mal. También le falta definirse, aunque su capacidad competitiva es un peligro para cualquiera. Holanda es todo lo contrario: el único equipo con un plan, precioso por cierto. La singularidad de los holandeses es que se atreven a utilizar todo aquello tan desacreditado en el fútbol actual: el uso masivo de la pelota como fuente de creación constante. Sin duda ha sido el equipo más apasionante del torneo, pero la historia de los Mundiales ha resultado muy dura con Holanda.
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