Clementina, desde fuera

Me había prohibido a mí mismo opinar públicamente sobre los problemas internos de los socialistas valencianos. Incluso, así lo había aconsejado a los amigos periodistas que no tienen carnet. Me parecía que cuanto menos perturbáramos sus reflexiones desde fuera, disminuiríamos la crispación existente desde que el señor Romero asumió la secretaría general. Esta referencia temporal no quiere juzgar las calidades de la gestión. Al final he roto mi silencio porque de alguna forma me gustaría equilibrar los apoyos mediáticos y del propio aparato que tienen los otros candidatos y de los que carece Clementina Ródenas. No soy socialista y por lo tanto no voy a votar el día 27, pero lo que inevitablemente sufriré son las consecuencias de la decisión que tomen los amigos socialistas cuando elijan su candidato. Por ello con toda la humildad requerida en estos menesteres, opino que Clementina es la candidata idónea para cambiar el sesgo que han tomado las cosas en el país. Por lo oído a muchos militantes socialistas la persona de Clementina es la única que puede restañar las heridas del socialismo valenciano, condición indispensable para rehacer las ilusiones de todos los militantes de cara a la dura lucha que se avecina. Me hacen abundar más en esta propuesta las campañas feroces e inhumanas que desde la derecha se están lanzando hacia la candidata socialista, lo cual sin lugar a dudas habla del respeto rayano en el miedo que inspira a las fuerzas conservadoras. Pienso que la gestión de Clementina tanto en el Ayuntamiento como en la Diputación alientan las esperanzas de todos los valencianos que pretendan vivir en clave progresista, y para ello naturalmente es indispensable la candidatura de Clementina a la Generalitat. Seguramente los otros candidatos pueden representar esos valores que tiene Clementina, pero hay una cantidad de sombras en su trayectoria política que a mí concretamente me impedirían estar a su lado. Creo que todos los que apostamos por un cambio radical con el fin de que nuestra sociedad recupere unos perfiles más humanos, hemos encontrado una candidata con respuestas para los problemas que nos angustian, y que serían casi imposibles de resolver si el señor Zaplana se enquista en el poder. Por ello se hace indispensable que una vez pasadas estas primarias todos nos identifiquemos con el candidato ganador. Gane quien gane el día 28, será el que tendrá que cargar con el peso considerable de ilusionar en primer lugar a los militantes socialistas y después al resto del personal. Emili J. Marín es periodista.