PRIMARIAS SOCIALISTAS. Entrevista: Aurelio Martínez. Candidato a la alcaldía de Valencia. "Soy independiente, pero estoy más comprometido que muchos militantes"

Se considera como "un independiente relativo, más comprometido que muchos militantes", y le gustaría contar con Carmen Alborch si gana las primarias. No contempla la derrota, pero admite que si se produce tendrá que reflexionar y replantearse el futuro como jefe de la oposición en el Ayuntamiento de Valencia. P. ¿En unas primarias tiene cabida un independiente? R. Por supuesto que sí. Soy una persona comprometida socialmente y soy independiente por una serie de avatares complicados. Entre otras razones, porque al partido le ha sido útil que yo fuera independiente en determinados momentos. Pero personalmente estoy más comprometido con muchas cosas del partido y con muchos planteamientos sociológicos que muchos militantes. Por tanto, soy un independiente relativo. P. ¿Se considera el mejor candidato? R. A mí no me gusta decir que soy el mejor. Ya sé que todo lo que digo no es electoral, pero mi formación científica me lo impide. Lo que me considero es capaz, y punto. Por la formación, por la experiencia, por la credibilidad ante la ciudadanía ganada en estos tres años. P. ¿No es un despropósito que la candidata que más asustaba al PP no esté en cartel? R. Siempre he apoyado a Carmen [Alborch]. En 1995 ya dije que me parecía la mejor candidata. Nos presentamos juntos para ayudarnos y para competir. Que Carmen no esté, es una pérdida. Pero es una decisión que no quisiera valorar. P. ¿Que hará si pierde? R. Si pierdo las primarias habrá un periodo de reflexión corto que deberé resolver inmediatamente. En cualquier caso no contemplo esa posibilidad. P. ¿Se puede llegar a la alcaldía sea quien sea el ganador? R. Lo que importa es el contexto social. Creo que el hecho de que se configure la candidatura de una u otra forma puede levantar más o menos ilusiones, más o menos credibilidad, y eso provoca un efecto indirecto que es muy difícil de prever. Si la candidatura tiene credibilidad recibirá apoyo social. Si al final la militancia piensa exclusivamente en clave interna, generará menos ilusión y menos credibilidad. Por eso Carmen era una buena candidata. Intrínsicamente por ella y extrínsicamente por sus apoyos. P. ¿Llamaría a Alborch si ganara? R. Sigo reiterando que me gustaría que estuviera a mi lado porque partíamos de un pacto inicial. Por mí estaría invitada, pero depende del partido. Con los otros dos candidatos el margen es menor. P. ¿Cuáles son sus prioridades para Valencia? R. Primero retomar el ambiente de tolerancia, porque esta ciudad en eso ha retrocedido. Se nota en los plenos, en el talante de la alcaldesa. También hay que recuperar la ciudad porque no puede ser que haya quedado en manos privadas. Creo en el mercado y en la iniciativa privada, pero bajo control. Debe haber un modelo de ciudad que ahora, con el PP, desconocemos. No debemos olvidar el aspecto social porque nos estamos olvidando de que la ciudad es para vivir, y al final va a parecer que sólo es cemento. P. ¿Se siente poco arropado en este proceso? R. Hombre.... los procesos son largos y difíciles. La política es una cosa compleja. Yo siempre he sabido diferenciar la amistad personal de los apoyos políticos. A un amigo de verdad no le pediría si no encaja en sus intereses que me apoyara, tendrá que ser él el que lo diga. A los amigos no los tengo para explotarlos. He hablado con gente, faltaría más, pero no he pedido a nadie que salga en mi apoyo porque no creo que deba hacerlo nunca, nunca. El día que deje la política me gustaría seguir teniendo los mismos amigos que he tenido siempre. Yo no quiero poner entre la espada y la pared a nadie. El partido habrá tomado su decisión y hay que quitarle importancia porque por encima de la visión política está la visión humana. P. ¿Haber hecho oposición le va a servir de algo? R. Sí. Personalmente ha sido una experiencia fenomenal aunque la gente crea que no. He aprendido de la ciudad, he hecho buenos amigos. En esta vida no sólo se aprende con los éxitos, es más, se aprende más con los fracasos. Cuando va todo de cara no se aprende casi nada.