Obras contra el reloj en Mendizorroza
La constructora dice que acabará, pero los aficionados que anhelan ver al Deportivo Alavés en la Liga de honor, temen perderse los primeros partidos en el reformado estadio de Mendizorroza. Y no les falta razón para estar preocupados. La competición arranca dentro de 75 días, y la empresa, que el lunes comenzó las obras, necesita 100 días, aunque asegura que permitirá a 20.000 vitorianos ver sentados el Alavés-Betis. Hasta ahora más de 10.000 tenían que aguantar erguidos. Pero ése no es el único problema. Parece que en Primera, el marcador tiene que ser electrónico, y todavía no hay patrocinador.
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