El Consell crea un buzón de quejas para usuarios de la Administración

Los usuarios de la Administración podrán formular quejas y sugerencias sobre la calidad del servicio que reciben, de acuerdo con un decreto que aprobó ayer el pleno del Consell. Los buzones se instalarán en todas las dependencias de la Administración autonómica de forma directa y, de forma supletoria, está previsto regular su instalación en hospitales y centros de salud; centros y residencias de servicios sociales de gestión pública; centros de enseñanza, culturales y deportivos; y organismos autónomos y entidades de derecho público vinculadas a la Generalitat. Las quejas nunca serán consideradas como recursos planteados ante tribunales de lo contencioso-administrativo y no interferirán cualquier otra reclamación que pueda plantear el ciudadano. Todos los comentarios se entregarán por escrito en unos formularios que se distribuirán al efecto. El decreto que regula el buzón de sugerencias establece que "cada queja motivará la apertura de un expediente informativo" y exige que el ciudadano reciba respuesta "lo antes posible dentro de los treinta días naturales siguientes a la fecha del registro". La respuesta pertinente será asumida por distintos niveles administrativos según el número de servicios implicados. Está previsto que, en el plazo de un año, se instalen los instrumentos adecuados para que los ciudadanos puedan formular sus protestas por vía informática. Todos los escritos serán recogidos en un registro creado al efecto, pero el decreto establece que "la mera estadística de quejas dirigidas a un servicio no será considerada exponente negativo del mismo. Sí lo será, por el contrario, la falta de respuesta, la pasividad o la desconsideración de las mismas". La Administración persigue afinar sus servicios a través del análisis de las consideraciones expuestas por los usuarios. Adaptación al 2000 En el mismo ámbito, el pleno del Consell acordó una dotación de 2.600 millones de pesetas en dos anualidades -1999 y 2000- para adaptar los sistemas informáticos de la Generalitat a la modificación de los registros que exige el cambio de fechas del fin de siglo. El mismo acuerdo prevé que se ajusten los instrumentos informáticos a la implantación del euro en los registros electrónicos de la Generalitat. El Consell aprobó la marca CV para productos agroalimentarios de especial interés económico por su calidad, los métodos utilizados en su producción y elaboración, o por su composición y características principales. La marca CV no corresponde a una denominación de origen, según explicó ayer José Joaquín Ripoll, portavoz del Consell, porque la Unión Europea no autoriza tal definición para un ámbito territorial tan amplio como la Comunidad Valenciana, pero persigue una consideración paralela sustentada en la calidad de los productos.