Marey declara hoy en el juicio por su secuestro con la esperanza de "tener justicia"

El juicio por el secuestro de Segundo Marey inicia hoy su cuarta semana con la declaración del propio secuestrado, que ofrecerá su versión de los hechos y, sobre todo, del trato recibido de los policías que le retuvieron 10 días en una cabaña de Colindres (Cantabria). Marey, que ayer fue sometido a un segundo reconocimiento médico psiquiátrico en los juzgados de Madrid, dijo que afronta la comparecencia "con mucha tranquilidad" y la esperanza de "tener justicia".

Marey iba a ser el primer testigo de la acusación, pero la necesidad de recibir unas sesiones de quimioterapia aconsejaron aplazar su comparecencia. Ayer, fue sometido a un nuevo reconocimiento por los psiquiatras, que deberán dictaminar ante el tribunal si le han quedado secuelas físicas del secuestro, así como su alcance para determinar la indemnización que le corresponda. Ésta puede oscilar entre los 125 millones que reclama Marey y los 36 que estima el fiscal.Tras su examen médico, al ser preguntado por los periodistas si tenía recuerdos nítidos de su secuestro, Marey dijo primero que lo recordaba "muy bien", aunque después precisó que "no todo, claro". Luego dudó de la veracidad de las manifestaciones de los procesados, pero no dio detalles con los que contrastarlas.

En sus conclusiones provisionales, el fiscal sostuvo que Marey sufrió durante su cautiverio un "estreñimiento rebelde", un hundimiento de su resistencia física con adelgazamiento de siete kilos y debilitamiento de las masas musculares y sobre todo "una reacción de terror con neurosis reaccionaria que hace al paciente desear la muerte", así como bronquitis crónica, conjuntivitis y cardenales y escoriaciones.

Durante el juicio, los procesados confesos y algunos testigos han relacionado a Marey con un trabajo en la cooperativa Sokoa, entidad en la que años después fue encontrado por la policía francesa uno de los más importantes arsenales de armas de ETA y abundante documentación. Muchos de los testimonios han abundado en la idea de que si Marey estaba relacionado con Sokoa "o bien era militante o simpatizante o persona de absoluta confianza" de ETA. Los policías que vigilaron a Marey durante su cautiverio también manifestaron estar convencidos de que se trataba de "un importante jefe de ETA".

Tras Marey declararán el inspector Jesús Gutiérrez Argüelles y los tres geos que en octubre de 1983 intentaron capturar en Francia al etarra José María Larretxea para ver si éste podía indicarles el paradero del capitán de Farmacia Alberto Martín Barrios, secuestrado por ETA. La acción fracasó y los geos se dejaron capturar. Al día siguiente apareció el cadáver de Martín Barrios. Ayer no hubo sesión debido a un compromiso ineludible del magistrado Enrique Bacigalupo.