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¿Baggio? ¿Del Piero? ¿los dos juntos?

Italia debate sobre los dos jugadores

Carlos Arribas

Se han pronunciado la mamma de Baggio, el presidente del Gobierno, Adidas, la prensa, la radio y la televisión. Toda Italia sigue apasionada el debate. Los viejos rebuscan en su memoria situaciones similares. Catarata de datos, argumentos, soluciones y opiniones. Todo por el fútbol.¿Baggio solo? ¿Sólo Del Piero? ¿Los dos juntos? ¿Un tiempo cada uno? Pero quien tiene que decir la última palabra, el técnico Cesare Maldini, aún no se ha decidido. Y, felizmente para los polemistas, que tendrán un día más para seguir echando leña al fuego, puede que no lo haga hasta mañana, hasta pocas horas antes del Italia-Camerún. Todo lo más, Maldini, hombre prudente, experto y agobiado, intenta sortear la presión dando un poco de gusto a cada bando.

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La mamma, personaje fundamental en Italia, de Baggio pide que jueguen los dos juntos por razones estrictamente sentimentales: una madre quiere siempre lo mejor para su hijo, pero ¿cómo puede querer algo malo para el hijo de otra madre? Romano Prodi, el deportivo primer ministro, pide también que jueguen ambos a la vez, en aras de la concertación, siempre preferible a la confrontación (algo así como viva la cohabitación y el pacto, o el compromiso histórico futbolístico). Adidas, la marca que patrocina al astro del Juventus (su apuesta para contrarrestar el Ronaldo de Nike), no habla, claro está, de Baggio (Diadora), pero no pasa porque su cabeza de cartel no sea protagonista. Ha publicado incluso un anuncio que dice: "El único hombre que puede frenar a Del Piero es Cesare Maldini". Prensa, radio y televisión se han pronunciado masivamente: "Viva la fantasía", "viva la Italia mágica, mítica y vincente", "vivan los fantasistas", "viva una squadra sin miedo", "Italia, haznos soñar, Maldini, vota por el altruismo, Maldini, que jueguen los dos".

Todo comenzó cuando Maldini seleccionó, sorprendentemente, al veterano Baggio, el héroe maldito de Estados Unidos. Una inoportuna lesión de Del Piero, la estrella emergente, le forzó a alinearle contra Chile, con el preaviso público, eso sí, de que retornaría al banquillo para el segundo partido, cuando Del Piero se recuperara. No contaba el viejo zorro con que Baggio se convertiría en el héroe de su equipo, bastante decepcionante por lo demás. Baggio, la última creación del star-system italiano, cumplió su papel estelar y después se sentó a esperar a que el ciclón que había puesto en marcha se desatara. Nada pasaría porque Maldini le devolviera al banquillo. Del Piero no quiere ser aguafiestas, pero reclama lo que es suyo, un puesto ante Camerún. El problema es que a Maldini, poco dado a las fantasías, la presencia de los dos creadores en el mismo once le rompería los esquemas. Darles entrada sería como jugar con tres delanteros, ya que Vieri es inamovible.

A la mamma de Baggio, Maldini, respetuoso, no le ha dicho nada; a Adidas, tampoco ("no me he enterado de su campaña", dice), al presidente Prodi le ha mandado, respetuosamente, a meterse en sus asuntos y le ha recordado que no entiende de fútbol. "Es un técnico de ciclismo", dice, recordando el amor de Prodi por el deporte del pedal y su apoyo cariñoso a la gran empresa de Pantani, otro fantasista, en el Giro. A los historiadores que recuerdan el dilema Mazzola-Rivera en México 70 (la selección llegó al compromiso de que jugara cada uno medio tiempo, Rivera sustituyendo a Mazzola en el descanso de los partidos) les ha dicho que la situación no es la misma. ¿Y a la prensa? Con la prensa juega. Esconde sus cartas y hace jugar a los dos juntos en los partidos de entrenamiento.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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