CiU cree que ni Rato ni Aznar pueden alentar al PP catalán a hacer oposición a Pujol
El ataque que Jordi Pujol lanzó el domingo contra el vicepresidente económico, Rodrigo Rato, al que llamó "pequeño político de esquina", tuvo ayer, tras la reunión de la ejecutiva de Convergència Democràtica (CDC), una inesperada prolongación. El secretario general de CDC, Pere Esteve, justificó el exabrupto del presidente de la Generalitat con el argumento de que personas de importancia institucional, como Rato o el propio presidente del Gobierno, José María Aznar, no podían viajar a Cataluña a "hacer política de partido" o a "estimular la oposición del PP catalán" al Gobierno de Pujol.
La opinión generalizada, incluso en el ámbito de CiU, era que Jordi Pujol se excedió incomprensiblemente en el acto de partido que presidió el pasado domingo en Girona. El propio Pujol envió ayer por la tarde una carta a Rato con el fin de recomponer sus relaciones. La misiva, escrita en "tono amable", valoraba expresamente la labor de Rato en el Gobierno, según informaron fuentes de la Generalitat a Europa Press. El sábado, Rato señaló en un acto del PP que la ley del catalán había sido "innecesaria", y animó a los dirigentes de su partido en Cataluña a defender "el pluralismo y el bilingüismo". Era la posición mantenida por el PP desde que se elaboró la ley lingüística y no sorprendió a nadie. La sorpresa se produjo por las durísimas palabras de Pujol, cuando trató a Rato de "pequeño político de esquina" (se refería a los que reparten panfletos por la calle, aclaró ayer Esteve) y afirmó que el vicepresidente segundo decía "estupideces" y se comportaba de forma "irresponsable". "¿Qué dirían en el PP si alguien muy destacado, por ejemplo Xavier Trias [consejero de la Presidencia de la Generalitat] fuera a Madrid a azuzar a la gente contra el Gobierno?", se preguntó ayer Esteve tratando de buscar paralelismos. El razonamiento del propio Esteve desembocaba, sin embargo, en el aparente absurdo de que personalidades como Aznar y Rato no pudieran viajar a Cataluña para hacer campaña a favor de su partido, uno de cuyos rasgos emblemáticos y diferenciadores respecto a CiU es, precisamente, el rechazo a la ley del catalán. En nombre de la estabilidad y del mantenimiento de los pactos de gobierno entre populares y nacionalistas, Esteve sostuvo que "los miembros del Gobierno no tienen la libertad de hacer según qué tipo de política partidista". PASA A LA PÁGINA 3
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