Ingresa en prisión la "pornoartista" Pandora por prostitución de menores

Las sórdidas andanzas de Francisca Soto García, de 53 años, conocida por el alias de Pandora en el submundo de la prostitución, han quedado interrumpidas de momento. Pandora ingresó ayer en la cárcel de Pereiro de Aguiar (Ourense) tras ser detenida el pasado jueves en Vilanova de Arousa (Pontevedra), tres días después de que la Audiencia Provincial de Lugo la hubiese condenado a 28 años de cárcel por inducir a la prostitución a cinco jóvenes, cuatro de ellas menores de edad.

El encarcelamiento de Pandora pone fin a un largo acoso sobre la autotitulada pornoartista, quien se encontraba en paradero desconocido desde que se hiciese pública su condena.La tramitación del caso había conocido algunos episodios rocambolescos: en los juzgados de Lugo desaparecieron inexplicablemente varias cintas de vídeo que recogían prácticas sexuales de las menores y que volvieron a ser encontradas una vez concluido el juicio; además, la Audiencia no ordenó su detención antes de dictar sentencia, en contra de las peticiones de la fiscalía, que alegaba la posibilidad de que Pandora huyese al extranjero.

La propia pornoartista se comunicó el pasado miércoles con la emisora de Radio Voz en Lugo para anunciar que no se entregaría. Sin embargo, no se resignó a permanecer oculta en la chabola de Vilanova donde se había refugiado junto a su novio, el supuesto proxeneta Serafín de los Santos, quien llevaba un año desaparecido tras fugarse del penal de Monterroso (Lugo) aprovechando un permiso. Aunque por su vestimenta y su aspecto físico no es una mujer que pase inadvertida, Pandora se dejó ver en la comarca de Arousa, donde algunas personas la identificaron y dieron aviso a la Policía.

Natural de Huétor Tájar (Granada), Pandora se estableció hace años en Lugo. Pronto alcanzó cierta fama gracias a un espectáculo en el que copulaba con un perro. La Policía comenzó a investigarla al sospechar que, ayudada por De los Santos, retenía contra su voluntad a las jóvenes que trabajaban en su prostíbulo. En el juicio salieron a relucir algunos detalles espeluznantes sobre el modo en que la pornoartista y su compinche trataban a las chicas. El abogado de Pandora recurrirá el fallo ante la Audiencia de Lugo y el Tribunal Supremo.