Inglaterra sufre la mayor derrota de su historia

Inglaterra sufrió ayer la peor derrota de un miembro fundador del International Rugby Football Board (IRFB) en sus 127 años de historia. La selección inglesa fue arrasada por Australia por 76-0 en un partido de la gira por el hemisferio sur. Los Wallabies abrieron una distancia sideral de 11 intentos y nueve goles. La excusa inglesa fue el gran número de novatos en sus filas.

La derrota no tiene precedentes. Lo máximo que obtuvo Australia fue una diferencia de 70 puntos contra Samoa Oriental en 1994. Para Inglaterra es la peor derrota desde que juega partidos internacionales, desde 1871. El peor correctivo que había recibido fue ante Escocia, con una distancia de 27 puntos en 1986. Nueva Zelanda llegó a lograr una diferencia de 45 puntos en un partido del Mundial de 1995, pero Inglaterra acortó distancias al final.

"Las derrotas así duelen", dijo el capitán inglés, Tony Diprose, que debutaba en el rugby internacional junto con una mayoría inglesa de novatos. El comienzo del partido no expuso una gran diferencia entre ambas selecciones. Los ingleses contuvieron a los Wallabies 29 minutos. Al contar 30 se rompió el dique. Australia apuntó cuatro intentos en los últimos minutos de la primera mitad y al descanso el marcador lucía un 33-0. Los británicos fueron superados en todos los aspectos del juego. Dejaron escapar puntos en errores elementales. Y los australianos ahondaron la diferencia en contrataques, con largas carreras solitarias ante la mirada impávida de sus oponentes.

"Sólo tuvimos un mal día", sintetizó Clive Woodward, el entrenador inglés. Pero antes del encuentro, en su habitual columna en el Australian Rugby Review, se podían leer las palabras premonitorias del capitán de los Wallabies, Mark Ella. Despreciaba el partido ante la escasa presencia de titulares en el equipo inglés: "Será una pérdida de tiempo, una tomadura de pelo". Y se preguntaba: "¿Por qué debemos cooperar en esta mascarada?"