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Jóvenes gitanos inician desde Valencia una red de comunicación europea

Valencia acoge este fin de semana un encuentro de jóvenes gitanos que perfilará la creación de una red comunicativa para casi toda Europa. La reunión, organizada por la federación de asociaciones gitanas Unión Romaní, cuenta con 15 representantes españoles y 14 del resto del continente. El nombre de la naciente organización serà Euroternnet.

Serán tres las jornadas de trabajo donde los reunidos, todos con menos de 30 años, buscarán influir en su futuro como pueblo. En ellas, colaboran la Federación Autonómica de Asociaciones Gitanas, la Generalitat Valenciana y la Comisón Europea. La primera contó ayer con el discurso inaugural de la consejera de Bienestar Social, Marcela Miró, y la última, que tendrá lugar mañana, está prevista que la cierre el consejero de Educación y Cultura, Francisco Camps. La de hoy sábado está planteada como la más intensa. A lo largo de todo el día, los jóvenes debatirán sobre cómo debe gestionarse y formalizarse una red de trabajo europea con múltiples funciones. Entre ellas destaca la de servir como nexo de comunicación entre los países miembros y funcionar como interlocutora frente a las distintas administraciones. En realidad, esta reunión es una derivación del I Congreso Europeo de la Juventud Gitana, celebrado en Barcelona, donde tiene su sede Unión Romaní, a finales del pasado año. "Sólo los jóvenes pueden sentar las bases sobre las que se erija el pueblo gitano del nuevo milenio", afirma Juan de Dios Ramírez Heredia, presidente de Unión Romaní. "Hemos elegido Valencia para empezar ésto por la voluntad de descentralizar nuestros proyectos y por la razonable convivencia entre payos y gitanos que, excepto en ocasiones puntuales, ha caracterizado a la ciudad", continúa. Los congregados representan los puntos de España y Europa con mayor presencia gitana. Muchos de ellos son universitarios, otros están vinculados a organizaciones rom (nombre original del pueblo gitano). Es evidente que no son la imagen del gitano medio. Según Ximo López Bustamante, la persona que desarrolló Unión Romaní en Valencia, "los temas que se tratarán aquí no incidirán de inmediato sobre el gitano de base, pero influirán en su mejora a medio plazo." Alicante, Valencia, Barcelona, Sevilla, Madrid, Eslovaquia, Finlandia, Portugal, Macedonia, Reino Unido, Italia, Francia o Hungría son algunos de los lugares con representantes en las jornadas. "Los congresos internacionales son interesantes", opina Azbija Memedova, de Macedonia, "pero el problema viene en cómo aplicar lo que se ha planteado globalmente en ellos, puesto que las situaciones son muy diferentes en cada país". Así, mientras en los estados del Este la prioridad de los gitanos es sobrevivir a la desaforada violencia racista, en la Europa mediterránea los retos son normalmente otros, aún con el racismo latente. Entre ellos, conseguir el acceso normalizado a los estudios superiores (en España, sólo el 1% de los gitanos acude o ha pasado por la universidad), adecuar la situación de la mujer a las puertas del siglo XXI y replantear las asociaciones gitanas. La dependencia financiera de las subvenciones, la ausencia de relevo generacional entre sus líderes y el personalismo en su funcionamiento ha convertido en obsoletas a parte de estas últimas, algo que no debe empañar el metódico trabajo que otras realizan. La red, en su desarrollo, buscará armonizar internacionalmente cuestiones como éstas. Su nombre, Euroternnet, hace referencia a los vocablos ternó (joven en romanó) e Internet, la plasmación de las nuevas comunicaciones. "Ser joven y gitano se basa en equilibrar el mantenimiento de lo mejor de lo ancestral, y la asunción de lo mejor de lo nuevo", reflexiona Sebastián Porras, de Barcelona. "Algo tan difícil como inevitable", concluye.

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