Stockton da primero
El base de Utah, decisivo en el primer triunfo de su equipo sobre los Bulls
Era el primero pero parecía el séptimo. En la apertura de una serie que se presume histórica, Utah Jazz y Chicago Bulls brindaron un partido cardiaco, intenso de principio a fin y resuelto en la prórroga a favor de Utah (88-85) gracias sobre todo a un excepcional John Stockton, dueño y señor de la madrugada.El base de los Jazz dio una nueva lección de responsabilidad profesional y conocimiento del juego cuando viendo la falta de puntería de Malone y Hornacek, se cargó a su equipo a la espalda. Sus 7 puntos en la prórroga (todos menos una canasta de Malone) es el reflejo numérico de una actuación decisiva.
Stockton salvó a Utah, no cabe duda. Porque si los diez días de descanso refrescaron las piernas de los jugadores de Jerry Sloan, la falta de competición enfrió la muñeca de Malone y produjo cortocircuitos en la maquinaria de precisión que son los Jazz. El cartero firmó una de sus peores tarjetas en cuanto a tiros se refiere (9 de 25) aunque reboteó con fiereza (14). Su vigilancia, principal problema de la defensa de Chicago, fue excelentemente cubierta por Luc Longley y a veces por Rodman con positivo resultado. Utah siempre echó en falta los puntos de Malone, sobre todo en el último cuarto del encuentro, donde Chicago diluyó los 8 puntos de ventaja que llevaba Utah (65-59) al final del tercer cuarto.
El partido fue muy duro en cuanto a exigencia defensiva y pronto se pudieron observar detalles reveladores. Para los dos equipos había noticias buenas y malas. Jordan tenía el semblante y acierto de los grandes días, el banquillo de Utah sigue en estado de máxima colaboración (Eisley, Morris y Anderson componen un relevo de impacto) y Stockton producía algo más que dirección y asistencias (15 puntos en el primer tiempo).
Las malas las acaparaban el desviado punto de mira de Malone y para Chicago el factor Kukoc (4 de 12 y graves problemas defensivos) y los supuestos contratiempos físicos de Rodman.
Una vez que en la batalla de suplentes planteada en el segundo cuarto Utah saliese airoso (36-29, minuto 9) ambos equipos jugaron al acordeón, con Jordan y Stockton como solistas. Chicago parecía en disposición de ponerse delante, pero ese momento no llegaba nunca. A menos de cinco minutos para el final, dos machaques de Malone (la única forma que encontraba para anotar) colocaban a Utah a tiro de resolución (73-66).
Llegaba la hora de los generales y entonces vino lo mejor. Dos tiros de Jordan y un triple de Pippen silenciaron de golpe el Delta Center (75-75). Malone se olvida de su mala noche, asume su responsabilidad y mete dos tiros seguidos (79-75, 55 segundos en el reloj). Pippen fuerza falta y cumple en la línea. Falla Rusell, falla Jordan y Pippen coge un rebote escalofriante. Tiempo muerto y 23 segundos para el final. Jordan lo vuelve a intentar pero en el último momento decide confiar en Longley. El australiano hace los honores (79-79). A falta de un segundo, vuela un tiro desde la esquina de Stockton. No entra por poco.
Stockton falló la primera oportunidad, pero era su día. Para la prórroga adquirió la cualidad de la omnipresencia. Asiste a Malone, mete canasta más personal en un contraataque y coloca un dificilísimo tiro con Kerr a dos centímetros de su cara (86-82). Nueve segundos señalaba el marcador. ¿Partido resuelto? Todavía no. Kukoc mete un triple alucinante obligando a Stockton a mostrar su temple en los tiros libres (88-85). Quedaba una emoción más. Pippen logra tirar de tres en relativa buena posición. La bocina suena al mismo tiempo que el balón sobrepasa el aro. Extraordinario comienzo de la final. Esta madrugada, segunda ración (3.00, Canal +). Disfrutemos. Anotadores Utah Jazz: Stockton (24), Malone (21). Rusell (15), Eisley (8), Hornacek (4), Foster (2), Morris (6), Anderson (6), Ostertag (2). Chicago Bulls: Jordan (33), Pippen (21), Longley (19), Kukoc (9), Harper (4), Kerr (4), Burrell (4) y Rodman.
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