UGT repetirá en Málaga los congresos de las federaciones para zanjar su crisis

Las 12 federaciones de la UGT malagueña han aceptado repetir todos sus congresos para intentar zanjar la crisis interna en la que desde hace un par de meses se encuentra sumido el sindicato. El martes, tras nueve horas ininterrumpidas de discusión, críticos y oficialistas aceptaron la propuesta de la ejecutiva confederal, traída por el número dos de la organización, Alberto Pérez, que se desplazó a Málaga exclusivamente para mediar en el conflicto.

Con la repetición de los doce congresos, se ha forzado a la Federación de Servicios Públicos (FSP) -la más crítica e importante de la UGT provincial- a hacer nuevamente el suyo, el único sobre el que pesaba una veintena de impugnaciones. La fórmula ha sido la salida airosa en la que han coincidido la ejecutiva federal, la regional y las dos líneas enfrentadas a nivel provincial. El acuerdo obliga a empezar de cero; así que también deberán repetirse las asambleas de las secciones sindicales. Justamente en las últimas semanas, los dirigentes oficialistas arremetieron con dureza contra la dirección de la FSP y la acusaron de haber vulnerado el derecho a la participación en esta fase precongresual. El acuerdo alcanzado el martes supone, además, el adelanto del congreso provincial. Fijado por el comité para los días 23, 24 y 25 de julio, finalmente se celebrará una semana antes. La solución de consenso no modifica la decisión del actual secretario provincial, Juan Antonio Triviño, de retirar su candidatura para un nuevo mandato, ni el curso de los expedientes abiertos en Madrid contra el máximo referente crítico y recién reelegido secretario de la FSP malagueña, Francisco Povedano, por supuestas escuchas ilegales. Con esta salida, se avala en cierta forma la postura de los oficialistas, que reclamaban la repetición del congreso de la FSP, y se desoye la reivindicación de los sectores críticos que desde hace un par se semanas venían demandando el nombramiento de una gestora en Málaga. Triviño calificó la salida dada al conflicto como "adecuada, oportuna y correcta porque había una situación compleja que injustamente afectaba a la imagen del sindicato". Povedano, que antes de entrar al encuentro había considerado muy difícil un acuerdo por el cariz que había tomado el conflicto, finalmente aceptó la propuesta confederal. Este dirigente, blanco de todas las críticas oficialistas y al que se le han achacado desde irregularidades estatutarias hasta supuestos delitos, cuenta con el absoluto respaldo de su federación, que hace menos de una semana lo reeligió como secretario provincial con el 98% de los votos. Alberto Pérez, secretario de organización confederal, descartó que el cruce de acusaciones de las últimas semanas vaya a empañar la imagen de la central sindical: "No hay peligro ninguno. Esta organización está a punto de cumplir 110 años y cumplir otros 100 más". De las 12 federaciones, los críticos controlan cuatro -Servicios Públicos, Hostelería, Metal y Educación- que agrupan a más de la mitad de los afiliados. Su candidato a la secretaría provincial es Esteban Delgado, miembro de la sección sindical del Ayuntamiento de Málaga. Tras la decisión de Triviño de no presentarse a la reelección, los oficialistas aún no han barajado nuevos nombres para sustituirle, aunque sí han cuestionado la trayectoria de Delgado por no haber apoyado la huelga del 14-D.