Zaplana sugiere que la representación territorial en el Senado debe ser proporcional a la población

Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat, sugirió ayer en el Senado que la representación territorial de las comunidades autónomas en la Cámara Alta debería ajustarse de forma proporcional a la población. Zaplana compareció ante la ponencia de la comisión que estudia la posible reforma constitucional del Senado para exponer sus puntos de vista sobre el hecho diferencial valenciano e introdujo varias reflexiones sobre la forma de elección de los representantes de las comunidades autonómas en la Cámara Alta. Zaplana recordó que el Senado se constituyó en 1978, antes de que se definiera el Estado de las Autonomías, y apostó por adaptar la Cámara Alta a la realidad presente. El presidente de la Generalitat aseguró que la Comunidad Valenciana está "infrarepresentada" y propuso un nuevo sistema de elección directa de los senadores que sustituya la actual designación desde los parlamentos autonómicos, aunque admitió estar abierto a otras opciones. Para el caso de la Comunidad Valenciana, Zaplana propuso que los cuatro senadores que actualmente eligen las Cortes y otros tres más, uno por provincia, se elijan en los comicios autonómicos. Los restantes nueve, tres por provincia, seguirían siendo elegidos en los comicios generales. El factor de corrección que sugirió Zaplana para aumentar la representación en el Senado de las comunidades más pobladas choca con la posición general del Partido Popular. Los populares se benefician de la actual distribución que atribuye cuatro escaños de la Cámara Alta a cada provincia. El caso de Castilla y León, la comunidad proporcionalmente menos poblada del Estado y controlada por los populares, es el caso ejemplar. Una nueva distribución que atienda a la población real de cada comunidad autónoma resultaría claramente beneficiosa para Cataluña o Andalucía, regiones que no están dominadas por los populares. Al margen del número de senadores que corresponden a cada autonomía, Zaplana reiteró que "nadie tiene más argumentos que la Comunidad Valenciana para reclamar su reconocimiento como nacionalidad histórica". El presidente pidió una clara definición de la noción de hecho diferencial para evitar una práctica que definió como un riesgo en el momento presente: "Primero se mira qué comunidades se quiere que sean diferentes y después cuáles son los hechos que las hacen diferentes".