Medio Ambiente exigirá a los cazadores noveles un examen sobre armas, especies y legislación

La Consejería de Medio Ambiente quiere que la Comunidad Valenciana sea la quinta autonomía española en exigir el carné del cazador a los amantes de las actividades venatorias. El consejero José Manuel Castellá presentó ayer el borrador de la ley de caza de la Comunidad Valenciana, que exigirá a los cazadores noveles, o a los que lleven más de cinco años sin pegar un tiro, superar unas pruebas sobre manejo de armas, reconocimiento de las especies abatibles y normativa general a la hora de obtener la licencia de caza autonómica. Los cazadores experimentados quedan excluidos.

Castellá, en Castellón, y Ricardo Jiménez Peydró, director general de Desarrollo Sostenible, en Valencia, presentaron al tiempo un borrador de la ley que, de aprobarse antes de que acabe la legislatura (el año próximo), instaurará en el 2000 el carné del cazador. La obligatoriedad de pasar una prueba siempre ha sido defendida desde las propias federaciones de caza, pero sólo para los novatos. "Los veteranos tienen la experiencia suficiente", explicó ayer Vicente Lleó, presidente de la Federación Provincial de Caza de Valencia, que dijo que su organización lleva más de tres años reclamando una ley autonómica y la exigencia del examen. "Incluso les hemos presentado un libro de teoría y otro con numerosos test elaborado hace años por la Federación Española", añadió. Así, con el borrador presentado ayer, Medio Ambiente acepta que los cazadores que ya cuentan con licencia están preparados para desarrollar las conocidas como artes cinegéticas, un criterio que los ecologistas llevan años criticando. Theo Oberhuber, secretario general de la Coordinadora de Organizaciones de Defensa Ambiental (CODA), es rotundo: "Esa premisa es falsa, los cazadores veteranos saben disparar pero no necesariamente conocen la normativa, que sólo estudiarían si tuvieran que examinarse. Por eso, el examen debería ser obligatorio para todos. Exigir la prueba sólo a los nuevos retrasa al menos otros 20 años el que la mayoría de los cazadores tengan un nivel de preparación". Un error, a juicio de Oberhuber, que ya han cometido cuatro de las siete regiones que cuentan con su propia ley de caza: el País Vasco, Asturias, Navarra y Andalucía. Las otras tres autonomías con normativa (Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura) prevén en su ley el examen pero todavía no han aprobado el reglamento que establece en qué consiste la prueba. Para cazar en cada región es imprescindible obtener la licencia expedida por la administración autonómica correspondiente, por lo que Jiménez Peydró explicó que todos los nuevos cazadores del resto de España y del extranjero que quieran abatir animales valencianos tendrán que examinarse o convalidar una prueba homologable de otra autonomía. Los veteranos en otros cazaderos, pero que nunca hayan predado en la Comunidad quedan igualmente exentos, criterio también criticado por los ecologistas. "Cada región tiene su propia normativa, por lo que para cazar en esa autonomía habría que hacer un examen específico", dice Oberhuber, que no obstante, se alegra de que por fin haya una ley valenciana. Castellá, por su parte, destacó que "por primera vez se regulan por ley las artes tradicionales de la Comunidad Valenciana", como la caza con arco, con redes o con parany. Esta última muy criticada por los conservacionistas puesto que es un método "cruel, masivo y no selectivo". Asimismo, el consejero destacó que la ley -que antes de llegar a Cortes pasará por un periodo de exposición pública para recoger alegaciones al texto- obliga a que todos los terrenos donde se practique la caza cuenten con un plan cinegético que implique un aprovechamiento ordenado de sus presas. Igualmente, los gestores de los cotos están obligados a mantener la riqueza genética de las variedades autóctonas. Sin embargo, los ecologistas echan en falta que la norma no establezca la responsabilidad subsidiaria de los propietarios de los cotos en los casos de muerte por envenanimiento de especies protegidas y que no marque un calendario para eliminar los perdigones de plomo en la caza de aves acuáticas. La plumbosis (intoxicación por plomo) causa más de 50.000 muertes al año en toda España y es especialmente grave en L"Albufera, en El Hondo y las Salinas de La Mata y Torrevieja.