Maltrato femenino

Nunca he podido comprender que haya hombres cometiendo agresiones contra sus mujeres, infligiéndoles actos de violencia, heridas y muerte. Aunque no concuerdo de ninguna manera y tengo horror de tales comportamientos, puedo concebir que un hombre, de poca o sin resistencia moral o física, pueda ser impulsado a agredir a su mujer en ciertas circunstancias. Soy un hombre pacífico y no vengativo, pero interiormente siento cierto estímulo de desagravio por todas las disputas y argumentos provocados y sufridos de mi cónyuge durante los 15 años de matrimonio y a los que nunca he dado motivo para tal comportamiento por parte de mi mujer. Al contrario, la he librado de una existencia más que modesta, proporcionándole una vida complaciente y generosa. Durante estos 15 años de vida matrimonial se ha socavado mi salud, resultando en un infarto que sufrí recientemente y hubiera preferido la muerte a que un marcapasos me salve la vida, después que mi mujer se había, clandestinamente, apoderado de varios millones de pesetas de mis ahorros de toda mi vida de trabajo y está tratando de obtener la titularidad, por vía judicial, de mi piso, donde se ha instalado desde nuestra separación, dejándome solitario y abandonado a mis 87 años. Qué lástima que no haya también una institución para hombres que pueda prestar asistencia en asuntos semejantes.-