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El Athletic, un gran espacio de concordia vasco

Santiago Segurola

Todos los hinchas de fútbol están convencidos de la singularidad de sus equipos. Sobre esa materia tribal se construye el edificio que sostiene a un juego que levanta pasiones inexplicables. Y ningún equipo se siente tan orgulloso de sus rasgos diferenciales como el Athletic. En su programa Abierto en Canal, Canal+ emite hoy a las 20.00 horas un reportaje, "Leones con txapela", sobre el club bilbaíno y la esencia de su trayectoria durante un siglo.La apelación a la diferencia es constante en todos los protagonistas escogidos para trazar un perfil del Athletic. Desde el presidente, José María Arrate, hasta el niño que se adiestra cada día en el vivero de Lezama, pasando por los integrantes de la peña Tripustelak, nacida en uno de los duros barrios del cinturón de Bilbao.

Hay una defensa tenaz de un modelo que verdaderamente es singular: la única elección de futbolistas vascos para jugar en el Athletic, antes y después de los tiempos de Bosman. Desde fuera del club y sus aficionados, el asunto puede verse como una extravagancia, una insensatez o una extensión de la encrucijada política que se vive en Euskadi. Sin embargo, hay una cuestión que queda perfectamente explicada por el presidente Arrate y por algunos de los protagonistas del reportaje: el Athletic es quizá el gran espacio de concordia de una gran parte de los vascos, cualquiera que sea su credo político.

El programa es ágil en su realización, magnífico en sus imágenes y razonable en la elección de sus personajes. Más que los jugadores del primer equipo, los protagonistas son el cuerpo social del club: los muchachos que sueñan con jugar en el Athletic, sus entrenadores, los aficionados vascos y los peñistas que llegan desde todos los lugares de España con el corazón inflamado por el equipo rojiblanco, algún mito como Iribar y los espacios físicos -Lezama, San Mamés, el palacio de Ibaigane, la ciudad- que se asocian con el club. El resultado, a falta de mayores profundidades, merece la pena.

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