El "baile" de la Inspección

El coordinador en Castellón ya no coordina; ha pasado a una plaza de Valencia, pero vive en Onda. Su lugar lo ocupa una persona de Sumacàrcer, pero que trabaja en Xàtiva. ¿Y qué ha sucedido con la plaza de la capital setabense? Pues que ha pasado a manos de otra funcionaria que trabaja en Torrent. La plaza de esta última ciudad le ha sido asignada a otra inspectora, esposa de un alto cargo, pero para trabajar en los servicios centrales de Valencia... Son los primeros pasos del baile de la Inspección de Sanidad, donde en los últimos tiempos se han registrado extraños movimientos de personal, con tres características: muchos de los trasladados pertenecen al Partido Popular o son familiares de miembros de esa formación; casi ninguno trabaja en el lugar al que corresponde la nueva plaza que ocupa; y en la mayoría de los casos han accedido al nuevo puesto sin concurso y sin que la bolsa de trabajo fuera tenida en cuenta para el baile. La Asociación de Inspectores de Sanidad de Castellón ha denunciado el asunto, en el que implica al consejero de Sanidad, Joaquín Farnós, y a Amparo Flores, responsable de la Unidad de Evaluación Sanitaria y Calidad Asistencial (UESCA). Manuel Ibáñez Gimeno es el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Onda, además de inspector médico. Con los socialistas en el poder, fue promovido de forma provisional a la plaza de coordinador de la inspección en Castellón. Los populares le sacaron de allí para darle una plaza de la UESCA, con sede en Valencia, donde, sin embargo apenas ha sido visto. Ahí empezó el baile, porque Ibáñez dejó libres dos plazas: la de coordinador y la de inspector base. Ésta última la tenía en propiedad, pero la había mantenido porque su nombramiento para el puesto de coordinación era provisional. La primera ha pasado a ostentarla Salvador Comes, que en las últimas elecciones figuraba en la lista del PP en Burriana, pero que no resultó elegido. Mientras, la plaza base de Ibáñez la ocupa ahora Rosa María Company, que encabezó la lista popular en Sumacàrcer y que hace unos meses ya salió en los papeles en relación con un supuesto trato de favor a una empresa contratada por la Diputación de Valencia. Ahora, pese a cobrar por cuenta de un puesto radicado en Castellón, Company trabaja como inspectora en Xàtiva. La titular de la plaza de inspección de la ciudad setabense, Nieves Grau, fue trasladada a la jefatura de área de Alzira, porque el inspector que ocupaba esta última, Manuel Enciso, está ahora en la calle de Alboraya de Valencia. Pero hay más: al salir de Xàtiva, Grau dejó libre un sitio, que físicamente ocupa la ya mentada Company; pero la dotación presupuestaria correspondiente a esa plaza quedaba libre. Ese dinero es para María José Ferrer, esposa de un diputado nacional del PP, que ha sido colocada en la inspección de Torrent. Si María José Ferrer está en Torrent pero cobra de Xàtiva, ¿qué pasa con la dotación presupuestaria de la primera? La respuesta desemboca de nuevo en un cargo del PP: Rafael Peset, director territorial de Sanidad en Valencia, cuya esposa, María Antonia Marco, cobra de la plaza de Torrent. Sin embargo, no trabaja allí, sino en la unidad de Absentismo de Valencia, donde, para hacerle un hueco, fue necesario desplazar al anterior jefe, Agustín Vidal, promocionado a una plaza de la central de la UESCA. Es el último paso, de momento, del baile de la Inspección, que incluye varios ejemplos de lo que en medios sindicales se conoce ya como los nombramientos de las señoras de. Pero la colocación de personas afines al PP en el ámbito de la Inspección de Sanidad no ha quedado ahí. En Castellón ha sido nombrada inspectora una hija de María Luisa Ribes, concejal popular en el Ayuntamiento de la capital de La Plana. Otra edil conservadora, en este caso de Torreblanca, María Dolores Franch, también ha sido agraciada con una plaza de la inspección en los servicios territoriales de Castellón. En todos estos casos Sanidad ha optado por la libre designación, sin publicidad y sin difusión de las vacantes, ha prescindido de la bolsa de trabajo y de los concursos de méritos, según fuentes internas. Además, algunos de los inspectores nombrados no cumplen los requisitos de experiencia y nivel funcionarial.