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GENTE

GENTO I, EL EFÍMERO

Francisco Gento, histórico extremo izquierda del Real Madrid más glorioso de todos los tiempos, vivió el domingo pasado, en su pueblo natal de Guarnizo (Cantabria), «el día más importante de su vida», según su emocionada confesión. El Ayuntamiento de El Astillero le nombró hijo predilecto, al mediodía asistió a una comida popular y después hizo el saque de honor del partido que enfrentó a la Cultural, el septuagenario y modesto equipo de su pueblo, con el Racing. Tan prolongado homenaje culminó con el descubrimiento de una placa adherida a un airoso monolito que da su nombre a una calle del pueblo donde nació y dio sus primeras patadas al balón. Sin embargo, como la alegría es a veces sentimiento harto efímero, el homenajeado supo al día siguiente, compartiendo la indignación de sus paisanos, que la placa había desaparecido. Eso sí, el monumento de piedra, de tres metros de altura, permanece en su sitio, a la espera de acoger otra vez al hijo predilecto.

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