Un frontón verde en las Cortes

"Rodillo" y "apisonadora" son dos de las metáforas que usa la oposición, pero la figura que mejor explica la actitud del Partido Popular y de Unión Valenciana, socios de Gobierno desde mayo de 1995, en la Comisión de Medio Ambiente de las Cortes es la de un infalible frontón. Un frontón en el que rebotan sistemáticamente desde hace año y medio todas las iniciativas del Grupo Socialista, de Esquerra Unida-Els Verds y de Nova Esquerra. Las cifras son claras. Desde diciembre de 1996, todas las proposiciones no de ley presentadas por los grupos de la oposición han sido rechazadas inevitablemente por la comisión, el órgano que promueve y filtra todas las decisiones verdes que llegan al Pleno. Da igual que la propuesta busque la elaboración de un plan de deslinde de vías pecuarias, la erradicación de las incineradoras como sistema de eliminación de residuos o que se proteja el Marjal dels Moros de Sagunto. Hasta 39 proposiciones de ley han sido rechazadas consecutivamente sin que una sola reciba el beneplácito del PP y de UV. Alfonso Arenas, portavoz socialista en la comisión, denuncia que esta situación se debe a un drástico cambio de actitud de populares y regionalistas a finales de 1996. No en vano, desvela que al principio de la legislatura los grupos que forman Gobierno "no eran tan intransigentes" e incluso se logró colar alguna iniciativa. Así, en 1995, en el arranque de la cuarta legislatura, si bien es cierto que la comisión rechazó cuatro iniciativas, una logró salir adelante: solicitar a la Confederación Hidrográfica del Júcar la limpieza periódica de los ojos de los puentes sobre el río Júcar en Albalat, Polinyà, Riola, Sueca, Fortaleny y Cullera. Un magro bagaje que tuvo su continuidad en 1996, donde se malograron 17 iniciativas pero la oposición obtuvo el visto bueno en ocho. Muy variadas. Como el inicio de medidas para declarar monumento natural al Cerro de Agrás o Volcán de Cofrentes, la promoción a cargo de presupuestos autonómicos de nuevos oficios vinculados con el medio ambiente y la agricultura alternativa o la puesta en marcha del Consejo Rector del Parque Natural del Fondó. Sin embargo, el consenso para iniciar la protección del espacio natural de Las Hoces y Los Cuchillos del Cabriel, alcanzado el 2 de diciembre de 1996, fue el último caso en el que los diputados alcanzaron un acuerdo. Desde entonces, nada. 39 proposiciones rebotadas en el frontón verde de las Cortes. La dinámica de la comisión desde hace muchos meses es siempre la misma. Y Joan Ribó, portavoz del grupo parlamentario de EU-EV, se lo recuerda de vez en cuando a los socios de Gobierno: "Emulando a aquel equipo que perdía por goleada y aún tenía el valor de pedir una prórroga, y aunque corramos el riesgo de que nos digan que tenemos más moral que el Alcoyano, pasamos a formular la novena proposición no de ley del día", dijo en la última comisión, el pasado 12 de mayo. Tras la defensa de la iniciativa -la inclusión de la Albufera de Oropesa, acosada por las urbanizaciones, en el Catálogo de Zonas Húmedas del Consell- y escuchados los turnos de réplica, los diputados conservadores volvieron a tumbar la idea. Resultado de la jornada: "Otra goleada", en palabras de Ribó. Más exactos: la derrota del día fue por 9 a 0. "El primer año, tanto el PP como IU hicieron un esfuerzo para apoyar aquello que consideraban, bajo su prisma, aprobable", explica Ribó, "pero debieron recibir la consigna del "no pasarán" y desde entonces te las devuelven todas". El portavoz de EU-EV explica que hay negativas hasta cierto punto esperables, por ideología: "Es lógico que rechacen propuestas para reducir las emisiones de CO2, porque los temas que se trataron en Kioto les suenan a chino, pero hay otras con las que están de acuerdo y sin embargo votan no". Para Ribó, la situación es tan desoladora que a veces renuncia a defender sus propuestas y éstas pasan directamente a votación. Una situación que, asegura, no pasa en otras comisiones, como la de Educación o la de Industria donde tienen un talante "más dialogante". Arenas aún recuerda la comisión de la anterior legislatura, la tercera, cuando gobernaba el PSPV. Según los datos de las Cortes, de 23 proposiciones tramitadas se aprobaron 15. Efectivamente, hubo menos iniciativas. Por tres motivos, según explica el diputado socialista. En primer lugar porque hubo más actividad legislativa ya que se tramitaron hasta cuatro leyes medioambientales: la de saneamiento, la forestal, la de protección de los animales de compañía y, quizá la más importante en materia ecológica, la de espacios naturales protegidos. En segundo lugar, porque los diputados verdes estuvieron muy ocupados con una comisión no permanente, la de estudio de los incendios forestales. Y por último, porque la derecha cuando estaba en la oposición "apenas proponía iniciativas". Ahora, en el Gobierno, tampoco las hace. Según Ribó, su grupo hace el 70% de las proposiciones, por el 25% de los socialistas y el 5% de Nova Esquerra. En lo que coincide la oposición es en que la situación no va a variar. En la Comisión de Medio Ambiente de mañana, en la que se votarán otras 15 proposiciones, están resignados a que vuelva a funcionar el frontón verde. Y Arenas tiene un pronóstico casi infalible: "La goleada será por 15 a 0".