Unos 20.000 coches regresarán hoy a Barcelona por la nueva autopista A-16

ilanova i la Geltrú La autopista Pau Casals, abierta desde el 22 de mayo, afrontará su primera prueba de fuego cuando esta misma tarde unos veinte mil vehículos tomen el camino de regreso a Barcelona. Concebida como una vía de comunicación rápida y directa entre la capital catalana y la Costa Dorada, la nueva autopista ha sido diseñada con múltiples entradas y salidas para permitir el acceso casi instantáneo a las urbanizaciones y segundas residencias que tanto abundan en el Garraf y el Baix Penedès. La empresa concesionaria Aucat calcula que durante el primer año el nuevo tramo de la A-16 (de 33,7 kilómetros) será utilizado por unos 12.000 vehículos al día, aunque esta cifra aumentará durante los fines de semana, cuando rozará los 20.000. Y hacia el año 2015, la intensidad de circulación media de la A-16 será de unos 30.000 vehículos diarios, ya que cada vez será mayor el número de personas que establecerán su primera residencia en el Garraf o en el Baix Penedès. Ahora, sin embargo, existe la alternativa de la nueva autopista. En el trayecto de Barcelona hasta las playas de la Costa Dorada a través de la A-16, después de haber superado el peaje de los túneles del Garraf (620 pesetas) el conductor puede abandonar la autopista en Sitges, Sant Pere de Ribes, Vilanova i la Geltrú, Vilafranca del Penedès, Cubelles-Cunit, Calafell o El Vendrell. La nueva autopista contribuirá a aligerar la C-246, una carretera tristemente famosa por sus históricas retenciones. Por otra parte, la autopista tiene una privilegiada posición de enlace entre dos de las áreas industriales y comerciales más dinámicas de la cuenca del Mediterráneo, la región metropolitana de Barcelona y el Camp de Tarragona.