Peste

JOSEP TORRENT El Partido Popular se ha amarrado a un argumento legalista para impedir a los diputados un análisis detenido y exhaustivo de los contratos de Canal 9 y, no satisfecho con ello, ha omitido en la documentación entregada a las Cortes Valencianas una parte de esos contratos. Los populares en esta cuestión están empleando una estrategia muy similar, salvadas sean todas las distancias, a la que utilizó el equipo de Richard Nixon en el caso Watergate. Ocultan datos y esgrimen argumentos jurídicos con la finalidad de impedir que se conozca la verdad. Todos los hombres del presidente americano mintieron, falsearon pruebas y destruyeron documentación con el único objetivo de preservar a su jefe de filas de las consecuencias del escándalo del espionaje político a sus adversarios demócratas. Todos conocemos el final de aquella historia. En el caso de los contratos de Canal 9, mucho más doméstico, sin que ello presuponga una sinvergonzonería menor, es obvio que los hombres del PP intentan proteger a alguien, evitar que se conozcan hechos, datos, documentos que demostrarían las supuestas fechorías cometidas en los despachos de TVV en Burjassot. La pregunta es: ¿A quién quieren proteger? No tanto al presidente Zaplana, cuya responsabilidad, en el caso de que la hubiera, vendría dada por su actitud pasiva ante los escandalosos hechos reiteradamente denunciados en los medios de comunicación desafectos al régimen popular. No, no es tanto al presidente al que se quiere proteger (¿o tal vez sí?), sino a otro. A quien desde la sombra ha hecho y deshecho en beneficio propio, aún a costa de arruinar la televisión pública valenciana, a quien se le ha consentido todo por el miedo que sienten quienes dicen ser representantes legítimos del pueblo valenciano. Se equivocan los populares intentado ocultar la verdad para proteger a uno que ni tan siquiera es de los suyos porque sólo es de sí mismo. Más temprano que tarde se conocerá toda la verdad y el PP aparecerá como cómplice de una trama con ribetes mafiosos. De los despachos de TVV en Burjassot surge un hedor insoportable. Una peste.