ISMAEL SERRANO CANTAUTOR "Cantautores ha habido siempre, el que vuelve es el público"

Dice Ismael Serrano, sin majeza y como un niño de un sueño cumplido: "Yo he cantado con Aute en Madrid y con Silvio Rodríguez en Chile. ¡Que me quiten lo bailao". Pero hay más. Ismael Serrano (Madrid, 1974) que creció sobre una banda sonora de serrats, autes y silvios -y más cosas: alguna frivolidad también, como Hombres G- arrastra ya bagaje y parece casi desprovisto del acné de la nueva promesa. Su disco, Atrapados en azul, se vende, y bien: 65.000 copias vendidas. La nueva canción de autor de Ismael Serrano suena hoy -Sevilla, Teatro Imperial, 22 horas- envuelta en la eficiente sencillez de un cuarteto básico. Pregunta. Frente a los cantautores intimistas, usted ha escogido la canción más política y comprometida. ¿Por qué? Respuesta. Cuando alguien se compromete, todo el mundo se asombra porque dentro de la asepsia y de la tibieza general parece extraño. Sí, yo tengo canciones sobre Mayo del 68 o Chiapas y no me gusta el hermetismo ni para cantar las cuestiones amorosas, pero tampoco creo que lo político sea el rasgo que más me defina. P. Una vez dijo que estaba harto de que le preguntaran porque, a los 25 años, se dedica a la canción de autor y no al rock and roll. ¿Por qué cree que a la gente le asombra esa opción en alguien de su generación? R. Me jode la generalización esa que afirma que la juventud está idiotizada. En mi generación hay gente que pasa y gente que no pasa, gente que no milita y gente que milita. P. Hablemos del boom de los cantautores... R. Hilario Camacho dijo: "Los que han vuelto no son los cantautores, son los cantaoyentes". Cantautores siempre ha habido: es el público el que vuelve. P. Hay un mito: un chaval con su guitarra en la boca de un metro. Pasa un cazatalentos y los milagros Rosana suceden. ¿Cómo va su combate con la mercadotecnia y el éxito? R. El reto es no volverse un completo gilipollas envuelto en la industria. El reto es no perder el contacto con la realidad. Para mi, la música es una terapia para no sentirme solo, para sentirme mejor... P. ¿Para cambiar el mundo? R. Rubén Blades dijo que una canción no cambia el mundo, pero ayuda a que alguien se sienta mejor. P. Es muy comprensivo respecto a sus propias limitaciones. Pero usted ha censurado mucho el fracaso de la generación anterior, la de sus padres. El fracaso de la utopía y el sueño. R. Yo puedo cantar esas canciones por la libertad que me han otorgado mis padres. Sería muy mezquino no reconocer eso. Pero es verdad que este no es el mundo que soñaron y que su generación fue la que llegó al Poder, la que, en buena parte, se jactó correr ante los grises. Contra esa gente sí escribo.