Saquear
ADOLF BELTRAN La palabra clave era "externalizar". Los dirigentes del PP manejaron, cuando se producía su acceso al Palau de la Generalitat, hace tres años, un informe que proponía trasladar al sector privado aquellas actividades de Canal 9 que fuesen rentables. La dificultad de privatizar sin más la empresa pública Televisió Valenciana indujo a explorar esa otra vía, consistente en dejar convertido el canal autonómico en un cascarón deficitario sobre el que cimentarían su negocio compañías privadas entonces sin determinar. Alguien debió pensar que incluso la externalización resultaba un ejercicio de expolio demasiado evidente como para no levantar un fuerte oleaje. Y se inició un proceso mucho más confuso, pero no menos intenso, cuya sintomatología es ya imposible de camuflar: déficit galopante de la empresa pública, trasvase de cuadros y aprovechamiento de recursos técnicos hacia una concreta televisión local, inyecciones de publicidad en esa compañía televisiva desde instituciones y entidades controladas por el PP, resistencia a la fiscalización parlamentaria de los contratos de Canal 9... Valencia Te Ve, en cuyo accionariado es mayoritaria la presencia del periódico que apoya a Zaplana de forma incondicional, fabrica su oferta de programas a partir de un curioso concentrado de lo peor que Canal 9 ha puesto en las ondas. Su fisonomía no induce a pensar que pueda llegar a ser nada más que una penosa estación local de televisión. En todo caso, nada que pueda justificar las aportaciones publicitarias y la "amistosa" colaboración técnica, en enlaces y retransmisiones, que los populares le están prestando sin ningún rubor. El esposo de su principal accionista y hombre de confianza del presidente de la Generalitat se sentó en el despacho de dirección de la televisión pública valenciana justo en el punto de arranque de toda esa afición gubernamental por Valencia Te Ve. La semana pasada llegaron finalmente a las Cortes, acompañados de documentos que se remontan a los comienzos de la televisión autonómica, envueltos en informes jurídicos y trufados de reticencias de la Presidencia del Consell, los contratos de producción que Canal 9 firmó en 1996 y 1997, cuando Jesús Sánchez Carrascosa ejerció la dirección. Pese a las advertencias de posibles perjuicios a terceros, bastante peregrinas, el conocimiento público de esas operaciones se ha hecho imprescindible. Los contribuyentes necesitamos esa información para poder disipar la sospecha de que aquella palabra clave "externalizar" fue sustituida por el expeditivo verbo "saquear".
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