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España resbala en su debut en el Mundial de Gimnasia Rítmica Sevilla 98

Una explosiva mezcla de miedo escénico y exceso de confianza produjo un cóctel molotov que explotó ayer en el conjunto español que participa en el Mundial de Gimnasia Rítmica en Sevilla: el equipo quedó relegado en la séptima posición, muy lejos de la búsqueda de la medalla de oro. La entrenadora nacional María Fernández advirtió que la distancia es virtual porque España fue la única de las favoritas que participó en el ejercicio de aros y cintas, que encierra un grado de mayor dificultad, y que hoy cuando utilice las pelotas, remontará la diferencia.

"La diferencia asusta pero es recuperable", dijo la entrenadora María Fernández, al terminar la primera jornada del Mundial de conjuntos de Gimnasia Rítmica. El quinteto español recibió una generosa puntuación de parte de los jueces (19,333) si se tienen en cuenta los visibles errores cometidos en una presentación que nadie esperaba. Por contra, Bielorrusia ocupa la posición de cabeza con 19,600 puntos, seguida de Rusia, a sólo una milésima, y de Ucrania y de Grecia, empatadas con 19,433. Estos cuatro equipos cumplieron con su favoritismo con el que llegaron a Sevilla. Se trata de los conjuntos que se han alzado con medallas en los últimos mundiales y que ocuparon el podio en el último Europeo. En contra de Rusia, que rozó los limites de la perfección, actuó el hecho de que repitió en Sevilla el ejercicio con el que había actuado en el último Mundial. En cambio, Bielorrusia sorprendió con un trabajo inédito, coordinado con estética y elegancia. En Grecia es evidente el trabajo de la entrenadora Marina Fateeva, una de las mejores del mundo, que abandonó hace un año Rusia para irse a dirigir a las helenas. ¿Qué le pasó a España, la gran favorita? El fantasma del miedo escénico hizo su nefasta aparición. Aunque la delegación fue aislada por completo en los días previos al Mundial, a las jóvenes deportistas les peso el hecho de que al caminar hacia el tapiz ya el público les exigía la medalla de oro. Luego en plena competición brotó el exceso de confianza. El ejercicio de cintas elegido tiene un altísimo grado de dificultad, especialmente hacia la primera mitad cuando se lanza una de las cintas. Durante la fase preparatoria fueron múltiples las ocasiones en que se fallaba en este punto. Ayer, sin embargo, salió preciso. "Las chicas se sintieron ganadoras y se relajaron", reconoció la entrenadora. En total cometieron tres errores demasiado visibles: una de las cintas cayó al suelo en un lanzamiento, luego otra cinta se enredó en un aro y, finalmente, también uno de los aros acabó sin control en el tapiz. El malestar en el conjunto formado por Lorena Guréndez (única superviviente de Atlanta"96), Paula Orive, Beatriz Nogales, Sara Bayón y Marta Calamonte, era evidente aunque la entrenadora dijo que había que matizar los resultados porque todos los favoritos habían participado en su primera sesión con la prueba de pelotas, de menor dificultad, mientras que España ya había pasado el obstáculo más grande. "En pelota somos excelentes. Por eso, nosotras seguimos aspirando a la medalla de oro", aseguró María Fernández. Para la remontada soñada de hoy jugará un papel determinante la capacidad mental de las jóvenes deportistas. Por eso, desde ayer mismo empezaron un trabajo con el psicólogo, Amador Cernuda, quien busca hacerles descargar las sensaciones negativas e incrementarles su motivación. "Las chicas, pasado el mal rato inicial, están muy crecidas", puntualizó la entrenadora.

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