El ex presidente del Círculo de Empresarios recibe hoy la medalla al mérito del trabajo

"La medalla es un punto y seguido. Estoy jubilado oficialmente y ya no tengo que fichar, pero no mentalmente. Voy a seguir de aconsejador, un término que me gusta más que el de consejero". José Miguel de la Rica, ejecutivo y empresario, recibe mañana en Bilbao a sus 68 años, de la mano del ministro de Trabajo, Javier Arenas, la medalla al mérito del trabajo. Ayer de camino a su tierra, Vizcaya, en una parada en el viaje, en Burgos, expresaba su voluntad de seguir trabajando y su emoción y la de su familia por el galardón que hoy recibe. De la Rica, quien dejó a comienzos de año la presidencia del Círculo de Empresarios Vascos, después de 18 años, sigue pensando que la buena marcha empresarial vasca se topa solamente con un impedimento: "La lacra de la violencia". De la Rica, quien vive en Madrid "de forma circustancial", sigue empadronado en Getxo. A los 18 años, mientras estudiaba empresariales en la Comercial de Deusto y Derecho en Valladolid, empezó a trabajar de contable en una tienda de Las Arenas. Después, su vida profesional ha pasado por Laurac, General Electric, Edesa, Petronor o la presidencia del INI, puesto que le llevó a Madrid. "En una primera etapa sólo era ejecutivo. Como empresario he podido meter poco dinero, porque no soy millonario; sin embargo hoy presido Maquinaria Eléctrica de Bilbao, donde tengo un porcentaje, y la sociedad de cartera Talde. Desde ahí asumo riesgos. Al principio mi carrera sólo era de directivo, pero con el tiempo me he convertido en un empresario puro", asegura. Hoy, además, está presente en los consejos de CAF, Peugeot, Cap Gemini, Gonvarri Siderúrgica, Rentalink y de la francesa Bidasoa Investisment. En todos estos consejos sólo expresa una preocupación: "La competitividad". Para De la Rica los tiempos ya no son "para bien" los mismos de los años en que él empezó a trabajar. Sin embargo, a los jóvenes a los que empiezan les recomienda una fórmula que él dice haber aplicado: "Hay que trabajar mucho y con ilusión. Los duros no se regalan. La clave del éxito de la industria es la competitividad. Hay que trabajar y atarse el cinturón".