Asesinado el jefe del "ejército" del Papa horas después de su nombramiento

El coronel Alois Estermann, de 44 años, nombrado ayer por el Papa nuevo comandante de la Guardia Suiza pontificia, fue asesinado anoche a tiros en su domicilio del Vaticano. Su esposa, Gladys Meza, venezolana, de 43 años, también murió por disparos de arma de fuego, así como el cabo asistente Cédric Tornay. Joaquín Navarro-Valls, portavoz del Vaticano, anunció de madrugada que, según la policía, Tornay, de 23 años, fue quien disparó sobre el matrimonio y después se quitó la vida. El cuerpo de Tornay estaba sobre su propia pistola, indicio que, según la policía, también avalaría la hipótesis del suicidio del ayudante. La elección de Estermann había sido laboriosa después de que su predecesor, el coronel Roland Buchs, se jubilara el pasado noviembre. Ha sido un retraso insólito en la historia de este miniejército de 100 hombres que integran la Guardia Suiza del Vaticano. En círculos de la Santa Sede se aludía ayer a lo delicado de la selección de la persona correcta para un cargo tan prestigioso para justificar el retraso en el nombramiento. El elegido, nacido en Gunawill (Lucerna, Suiza), estaba en la guardia vaticana desde el año 1980 y ya tuvo oportunidad de actuar como leal defensor del Papa un año después, cuando el terrorista turco Alí Agca disparó contra Juan Pablo II hiriéndolo gravemente. Estermann intentó en aquella ocasión servir de escudo protector ante el Papa y, aunque no lo logró, su arrojo fue muy alabado.