Arzalluz cree que en esta legislatura no se conseguirán más transferencias

El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, no espera la llegada al País Vasco de las transferencias pendientes en lo que resta de legislatura. Arzalluz atribuyó la persistencia del bloqueo a las presiones de los sindicatos sobre el Gobierno de José María Aznar, que quieren impedir la negociación de las transferencias de contenido social. En un acto ante los militantes y simpatizantes peneuvistas que acudieron a la inauguración del batzoki de Rekalde, en Bilbao, el presidente del PNV aseguró que la congelación del proceso de transferencias puede condicionar su apoyo al Partido Popular. Arzalluz sugirió que habría que decir a Aznar que "en el Parlamento le apoyen los sindicatos". "Hoy por hoy no parece posible el desbloqueo porque en el proceso autonómico estamos justamente en el punto álgido, que es el paquete social", señaló. "Independientemente de lo que piense Aznar, tiene de por medio la guerra con los sindicatos". Arzalluz arremetió contra los contrarios a las transferencias en materia de empleo y Seguridad Social, por utilizar como argumento el temor a la ruptura de la caja única. Sus críticas también fueron contra el secretario general de los socialistas vascos, Nicolás Redondo Terreros, quien había asegurado que el nacionalismo vasco resulta "caro". Satisfacción con el euro Arzalluz dedicó ayer sus palabras más entusiastas a las decisiones tomadas en la cumbre de Bruselas para permitir el nacimiento del euro. "Es un sueño personal por el que hemos trabajado muchos años", aseguró. En su opinión, el proceso de transformación monetaria de Europa es "un avance tremendo". Arzalluz recordó "sin querer caer en la vanidad ni en la chulería" que la "vocación europeísta" del PNV se remonta a los años 40 y recomendó a la militancia la relectura de documentos internos del partido, aprobados en 1977, en los que ya planteaban la necesidad de impulsar la unidad europea. "Es admirable que Estados que están acostumbrados a ser soberanos y a pisar fuerte, hayan entrado por este tubo tan estrecho". Arzalluz añadió que la creación de la moneda única y la fundación del Banco Central Europeo constituyen "un proceso voluntario de perdida de soberanía" que no se había conocido con anterioridad. Para Arzalluz, la moneda única sólo propiciará ventajas. En concreto, subrayó la independencia del Banco Central Europeo del poder político y la normalización las políticas presupuestarías rigurosas en los Estados miembros. Más allá del simbolismo del nacimiento del euro y de la estabilidad monetaria, Arzalluz vaticinó que impulsará la llegada de cambios a otras esferas de la vida comunitaria. "Ahora no hace falta ser profeta", dijo, "para ver los cambios políticos que van a venir en Europa y no a tan largo plazo".