"Estamos en guerra contra la precariedad en el trabajo"

Pregunta. ¿Cúal es la prioridad de Comisiones Obreras en la acción sindical ante el Primero de Mayo? Respuesta. La prioridad sigue siendo la generación de empleo, la reducción del tiempo de trabajo para que trabaje más gente como política activa de empleo. Y para avanzar en esa dirección presionaremos en la negociación colectiva. Parece ya que nadie duda que sólo por la vía del crecimiento no es posible generar empleos suficientes. Necesitamos trabajo de calidad y estable, por eso estamos en guerra contra la precariedad en el empleo, que está imposibilitando a muchos jóvenes y mujeres tener su propio proyecto vital. Pero además exigimos trabajo con seguridad. En la actualidad tenemos la cotas más altas de toda la Unión Europea en materia de siniestrabilidad laboral y ello es debido sobre todo al incumplimiento de la legislación por las propias empresas. P. Una vez más, la división sindical preside en Euskadi la celebración de la fiesta del Trabajo. R. Desgraciadamente, así es y por razones extrasindicales que reflejan una dosis de intolerancia para asimilar la pluralidad de este país. Con un mínimo de esfuerzo y poniendo el énfasis en los objetivos sindicales, el acuerdo sería posible. ELA, sindicato mayoritario, está teniendo en todo este asunto un alto nivel de irresponsabilidad. Lo cierto es que su actitud facilita las cosas a la patronal, que en este contexto se encuentra cómoda. P. ¿Cómo consideran la labor del tripartito vasco en materia de empleo en la legislatura que ahora termina y las acciones del gabinete Aznar? R. En materia sociolaboral hay un gran manchón en la política del Gobierno vasco. Esta legislatura pasará a la historia, entre otras cosas, por haber condenado al ostracismo a la mesa de política industrial. El tripartito ha renunciado a realizar una política industrial activa y ha dado encefalograma plano. Por su parte, el plan de empleo presentado por el ministro del PP Javier Arenas es un jarro de agua fría a los objetivos de la cumbre de Luxemburgo. No hay compromisos concretos y se ponen todas la velas en la bonanza económica actual. Este plan y la política del Gobierno Aznar nos condena a convivir con el paro estructural más alto de toda la Unión Europea. Junto a todo ello, la reforma del IRPF es donde más claramente muestra su faz derechista y retrógrada.