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Dumas, presidente del Constitucional francés, procesado por «malversación de fondos»

Roland Dumas, presidente del Consejo Constitucional francés y antiguo ministro de Exteriores, recibió ayer en su casa de Saint-Selve, al sur de Burdeos, la notificación de su procesamiento de manos de las jueces instructoras Eva Joly y Laurence Vichnievsky. Dumas, de 75 años, ocupa el quinto lugar en el protocolo del Estado y es acusado de «receptación» (aprovecharse de los frutos de un delito) y «complicidad en malversación de fondos privados».

Desde la cartera ministerial socialista que ocupó entre 1983 y 1986 y 1988 y 1993, intervino presuntamente en favor de su amiga Christine Deviers-Joncour para que ésta obtuviese de la compañía petrolera pública Elf hasta 66 millones de francos (1.650 de pesetas) en concepto de comisiones y salarios ficticios. Las primeras voces que reclaman la dimisión de Dumas comenzaron a escucharse ayer. François Fillon, ex ministro y portavoz de la gaullista Unión Para la República (RPR), advirtió: «Resulta impensable un presidente del Consejo Constitucional procesado». François Léotard, presidente de la centrista Unión para la Democracia en Francia (UDF), también consideró que, «dada la importancia, la magnitud y el respeto que debe rodear el cargo (que ocupa Dumas», se impone su dimisión. Pero Dumas, que considera que las jueces «han instruido el sumario en asociación permanente con la prensa», también tiene quien le defienda. El presidente Jacques Chirac y el gaullista Jean-Louis Debré han denunciado «la justicia-espectáculo» y reclamado que se respete «la presunción de inocencia». Uno de los abogados de Dumas ha dicho: «La dimisión no es una cuestión que haya que plantearse».

Las jueces han exigido también que Dumas deposite una fianza de cinco millones de francos (125 millones de pesetas) para poder continuar en libertad. También se le prohíbe reunirse con las personas implicadas en el sumario, así como viajar a países considerados paraísos fiscales, como Luxemburgo, Andorra o Mónaco.

Entre 1990 y 1991, Deviers-Joncour intentó influir sobre Dumas para que éste levantase el veto a la venta de unas fragatas fabricadas por la empresa Thomson a la Armada de Taiwan, un negocio que ascendió a 14.000 millones de francos. Deviers-Joncour compró en aquella época un apartamento por 17 millones de francos.

Dumas niega que se hubiese dejado influir para autorizar la operación desde el Ministerio de Exteriores, pero en aquel momento circularon por su cuenta corriente más de 10 millones de francos ingresados en efectivo, movimientos que Dumas relaciona con algunas ventas de obras de arte que había recibido como regalo del pintor Pablo Picasso y del escultor Alberto Giacometti. Las jueces creen, sin embargo, que gran parte de esa suma tuvo un origen bien distinto.

El sumario relativo a Elf -compañía privatizada en 1994- ya ha supuesto el procesamiento de varios personajes de la vida política y financiera francesa. Un antiguo presidente de la sociedad, Loïk Le Floch-Prigent, confesó a las jueces que «Elf fue concebido como un grupo al servicio de la política exterior del Estado». De ahí que cada año destinase más de 800 millones de francos a remuneraciones por servicios ficticios y que algunos de sus dirigentes pudiesen desviar dinero hacia sus bolsillos.

Dumas, hijo de un miembro de la resistencia torturado y fusilado por los nazis, ex periodista, abogado de artistas y políticos y, sobre todo, seductor infatigable y amigo personal de François Mitterrand, fue nombrado presidente del Consejo Constitucional por el presidente socialista de la República pocos meses antes de abandonar el palacio del Elíseo.

Fuero especial

Dumas, que legalmente no está obligado a dimitir, ha declarado que considera a las jueces «no competentes para el caso». «Este sumario, que es una cáscara vacía, es de la competencia exclusiva de la Corte de Justicia de la República», la única habilitada para procesar a ministros. El problema de interpretación surge cuando hay que decidir sobre si el presunto delito fue cometido en el ejercicio de sus funciones como ministro o al margen de ellas. Muchos de los diputados reunidos ayer en la Asamblea Nacional para discutir y votar la que iba a ser la primera moción de censura (rechazada por no alcanzar la mayoría de votos) contra el gobierno del sociolista Lionel Jospin, manifestaron, al margen de su adscripción política, la convicción de que la dimisión de Dumas era conveniente «para proteger la credibilidad de la presidencia del Consejo Constitucional».

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