_
_
_
_
_
NECROLÓGICAS

Emiliano Ramos,pintor

Julio Llamazares

El cáncer, esa plaga implacable de nuestro tiempo, se ha llevado la vida de Emiliano Ramos Cristóbal cuando tan sólo contaba 44 años de edad. Se murió sin ser famoso, entre otras cosas, gracias a él, pero tengo el convencimiento de que su nombre le sobrevivirá más tiempo que a la mayoría de los pintores de éxito actuales. Nacido en un pequeño pueblo de Zamora (San Pedro de la Viña, en 1953), la mayor parte de su vida, sin embargo, transcurrió en Madrid, ciudad a la que llegó con sólo 16 años y 2.000 pesetas en el bolso y a la que permaneció fiel hasta su muerte, el pasado 24 de abril. Autodidacta, anarquista, bohemio, educado y amable pese a todo, como correspondía a su cultura campesina original, Emiliano vivió siempre de espaldas a la fama, y pintó de la misma forma, lo que le da a su obra una gran fuerza y honestidad. Como pintor, le tocó vivir una mala época, la que va de la movida madrileña a nuestros días, pero eso no le impidió seguir pintando a solas, al margen de fenómenos y modas, siempre con el estilo que le marcaba su autodidacta sentido de la pintura y su profundo convencimiento de la verdad. Se ha ido sin meter ruido, como vivió, con la misma pobreza con la que pasó sus días y dejando algunos cuadros a deber a sus amigos, que éramos sus mejores clientes, y muchos más a la pintura, esa patria indecisa y perdida que fue la única que él reconoció por tal y en la que quedará para siempre su recio nombre, aunque haya muerto sin ser famoso.

No es el primero ni será el último, por suerte o por desgracia para él.-

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_