El ganador y el perdedor de las primarias serán desde hoy los principales dirigentes del PSOE

El proceso de elecciones primarias del PSOE, que concluye hoy a las 21.00 horas tras el cierre de las urnas en las que los militantes elegirán al candidato a la presidencia del Gobierno, consagrará al triunfador y al perdedor como números uno y dos del partido, respectivamente, siempre que el derrotado supere el 30% de votos. Ésta es la principal conclusión que extraen tanto los partidarios de Joaquín Almunia como los de José Borrell. El secretario general reconocía ayer: "Los militantes nos quieren a los dos y creo que los dos nos hemos ganado un hueco en el futuro proyecto de los socialistas".

Los colectivos que apoyan a Borrell repetían anoche que si éste ganase las primarias, su primera misión sería la de impedir que Almunia cumpla su promesa de abandonar la secretaría general si resultase derrotado. Cuando el 23 de marzo pasado José Borrell sorprendió al Comité Federal del PSOE anunciando que quería competir en la carrera de las primarias, convocadas a iniciativa de Almunia, los modestos resultados que preveían sus partidarios se han disparado, una percepción que comparten, con cierta preocupación, quienes respaldan a Almunia. No obstante, estos últimos invocan las encuestas realizadas entre los votantes del PSOE, no entre los militantes, para asegurar que ante unas elecciones generales son mayoría los que prefieren a Almunia frente a Borrell.

La prueba del 30%

Nadie se atreve a pronosticar un resultado. El único dato, nada científico, que cada candidato esgrime es el grado de entusiasmo percibido durante 30 días de recorrido por todas las federaciones socialistas de España. Al mitin de cierre de Almunia acudieron unas mil personas y 1.300 al de Borrell. Un colaborador de este último profetizaba ayer: "Si consigue menos del 30% no tiene nada que hacer; si está por encima del 30% contarán con él y si supera o ronda el 40% se convierte en un referente importante". Para miembros del comité de apoyo del ex ministro de Obras Públicas ser un "referente importante" se traduce en convertirse en el número dos del PSOE. Quizá en esto pensaba ayer Almunia cuando, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, dijo: "Los militantes nos quieren a los dos, a Pepe y a mí, y los dos nos estamos ganando un hueco en el proyecto". Pocos aventuran que Borrell gane estas primarias, y tan sólo quienes creen en esta posibilidad aluden al "entusiasino" que despierta, según admiten incluso los secretarios provinciales y regionales afectos a Almunia. En estos días algunos contaban, en tono resignado, que muchos militantes se les acercan para decirles que votarán "al compañero Borrell".

Pero también Almunia percibe que quienes le apoyan lo hacen de forma apasionada. "Gane quien gane, para mí este proceso ha supuesto una experiencia humana inolvidable". "En este mes he visto a la gente alegre y con la cabeza bien alta después de tanta amargura como hemos pasado en los últimos años", dijo en referencia a los casos de corrupción.