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Renfe debe pagar 3,3 millones a un usuario que "resbaló en un andén"

La Audiencia de Madrid ha condenado a Renfe a indemnizar con 3,3 millones a un usuario que sufrió heridas al resbalar en las "baldosas escurridizas" de un andén. El suceso ocurrió en 1992, en la entonces flamante estación de Atocha. En el juicio, Renfe se defendió alegando que la culpa de la caída estaba en los "propios zapatos" de la víctima. El abogado de la compañía tiró también de estadística y adujo que en ese mismo lugar "sólo" se habían producido "17 accidentes análogos".

Con ese dato estadístico, Renfe intentó demostrar que el número de accidentes ocurridos en el lugar "eran poquísimos" en "relación con los dos millones de personas que utilizan la estación de Atocha al cabo del año". Más que exculpatorio, el tribunal interpreta que ese dato "patentiza que el riesgo existe" en el lugar. "No se puede acudir a la estadística ni a los grandes números para minimizar [el accidente] y eludir la indemnización del perjuicio", señalan los jueces.La sentencia no concreta las lesiones causadas al usuario, cuyas iniciales son José C. P. Apunta, eso sí, que "era deportista, joven", y que como consecuencia de la caída estuvo "hospitalizado y le han quedado secuelas". Atribuir el accidente a los "zapatos" que llevaba la víctima, tal como argumentó la compañía Renfe en el juicio, no deja de ser "una lucubración", dicen los jueces. "La culpa [del accidente]", añaden, basándose en informes periciales, "fue la colocación en el suelo del andén de unas balsosas escurridizas" que carecían "de suficiente adherencia". Renfe actuó "negligentemente al elegir" las escurridizas baldosas en las que se cayó José C. P y por eso debe indemnizarle, señala el tribunal.

Otra condena

Renfe también ha sido condenada por otro tribunal a indemnizar con 388.000 pesetas a una usuaria que se accidentó en Atocha el 7 de febrero de 1995. Los pies de la usuaria, que acababa de llegar a Madrid en el AVE, quedaron aprisionados en el resquicio de una escalera mecánica. Le han quedado "cicatrices en el tercio inferior de las dos piernas". La víctima, cuyas iniciales son C. N. M., había sacado un billete en el AVE de Puertollano a Madrid y, paralelamente, otro de Madrid a Pamplona. Al llegar a Atocha debía subir a un cercanías que la llevase a Chamartín, donde cogería el otro tren. Se accidentó cuando se dirigía hacia el andén de cercanías. En este caso, el abogado de Renfe echó la culpa "a la empresa encargada de que dichas escaleras funcionasen correctamente". Al adquirir los billetes, explica el tribunal, se estableció "un contrato" entre la compañía y la usuaria, y de su seguridad sólo es responsable el firmante del contrato, es decir, Renfe.La Audiencia, no obstante, deja abierta la puerta a Renfe para que actúe contra la empresa de mantenimiento si así lo estima.

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