La lluvia, el enésimo contratiempo.
Llovió ayer, y con ganas, a cántaros, en Roma. Al Atlético le sorprendió el agua durante la sesión de entrenamiento vespertina. Y le condicionó el ensayo, que ya tuvo que realizarse sobre un terreno de juego muy pesado, tal vez un presagio de lo que se puede encontrar hoy. Para completar la jornada, el entrenamiento también comenzó con retraso. Esta vez de media hora.
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