Schumacher derrota a los McLaren

Ferrari cumplió a rajatabla la amenaza lanzada sobre McLaren en el Gran Premio de Argentina, tercera prueba puntuable para el Campeonato del Mundo de fórmula 1. El alemán Michael Schumacher, doble campeón mundial, ganó la prueba y, además, el segundo piloto de la escudería italiana, el irlandés Eddie Irvine, fue tercero. McLaren, sin embargo, resistió y el finlandés Mika Hakkinen, ganador de las dos carreras anteriores, reforzó su liderato con un segundo puesto.Pese a que en la arrancada se vio superado por Hakkinen y partió en tercer lugar, Schumacher no tardó en rebasar al piloto finlandés primero y en aIcanzar después a David Coulthard (McLaren Mercedes), líder hasta la quinta vuelta gracias a la pole position lograda en los entrenamientos.

El alemán chocó con el escocés cuando le adelantaba en una curva y, una vez situado en cabeza, no perdió nunca el dominio de la carrera, pese a que se salió de la pista a cinco vueltas del final a causa de las primeras gotas de lluvia que comenzaban a caer. Eligió una táctica de dos paradas para repostar y cambiar neumáticos -los McLaren apostaron por detenerse sólo en una ocasión-, y se impuso con 22 segundos de diferencia sobre Hakkinen. Éste es líder de la clasificación de pilotos con 26 puntos, 12 más que Schumacher y 13 más que su compañero de escudería Coulthard.

Fue la 28º victoria de Schumacher, que ya fue tercero en Interlagos, sede de la anterior prueba. El éxito de Ferrari se vio completado por el tercer puesto de Irvine, ganador de su disputado duelo con el austriaco Alexander Wurz, mientras que el francés Jean Alesi (Sauber) lograba la quinta plaza y Coulthard se conformaba con la sexta. La próxima prueba, el Gran Premio de San Marino, se celebrará el 26 de abril en el autódromo Enzo y Dino Ferrari de Imola.

Los tifosi vuelven a sonar con un triunfo y también con el título gracias a Schumacher, empeñado en combatir a McLaren, gran dominador del inicio del campeonato. A la mayor igualdad han contribuido los nuevos neumáticos suministrados por Goodyear, que son más anchos que los usados anteriormente y proporcionan mayor superficie de contacto, circunstancia que ha permitido a los coches que lo utilizan ganar prácticamente un segundo por vuelta.