Borrell llevará a la ejecutiva su queja por las especulaciones sobre la dimisión de Almunia

El aspirante a candidato a la presidencia del Gobierno José Borrell ha renunciado a pedir a la Comisión de Garantías que pare las especulaciones sobre la dimisión de Joaquín Almunia como secretario general si pierde las elecciones primarias. Pero su preocupación se mantiene, e incluso ha aumentado en las últimas horas tras unas declaraciones del ex ministro valenciano Joan Lerma. Así que, en la próxima reunión de la comisión ejecutiva federal, Borrell planteará a sus compañeros, que, de una vez por todas, se zanje una cuestión que, a su juicio, supone una coacción a los militantes.

El hecho de que el secretario de empleo del PSOE, Joan Lerma, manifestara ayer que una derrota de Almunia supondría "una pequeña contradicción interna" ha molestado a Borrell, que tampoco ha recibido con agrado la forma en la que Almunia ha querido atajar este asunto. Su rival en las primarias se limitó a decir: "En vista de que Pepe Borrell se ha molestado, hay que evitar declaraciones que se entiendan como un ataque personal".El deseo de que el proceso de primarias discurra con sosiego y con la máxima normalidad se va cumpliendo, a juicio de los dos candidatos, aunque para Borrell el asunto de la posible dimisión de Almunia si cae derrotado sigue presente en todas las federaciones que visita. Así lo han expresado a este periódico personas del entorno del dirigente catalán, quien ayer mismo volvió a encontrar motivos para la queja.

Conversación con Ciscar

Por la mañana, Borrell mantuvo una conversación telefónica con el secretario de organización, Ciprià Ciscar, que sirvió para que el aspirante a candidato a La Moncloa decidiera abandonar la vía de la Comisión de Garantías para expresar sus cuitas. Los interlocutores consultados explican que Ciscar le hizo ver que las declaraciones que a él le molestan entran de lleno en la parcela de la libertad de expresión, por lo que nada podía hacer al respecto la comisión encargada de velar por el proceso electoral interno del PSOE. Otra cosa sería que se hubieran producido descalificaciones personales.Horas después, cuando se dirigía hacia Vigo para un acto con militantes, Borrell se enteraba de las declaraciones de Lerma, que se sumaban a las del presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, el pasado lunes, sobre el "desastre" que supondría para el partido una derrota de Almunia. El presidente castellano-manchego ha reconocido que no estuvo muy afortunado en sus expresiones y ya ha hablado con Borrell para disculparse. Ayer incluso lo hizo públicamente: "Rectificar es de sabios". Todo está zanjado y el aspirante a candidato visitará a Bono la próxima semana, probablemente el martes, en Toledo.

Aunque Lerma ha estado más moderado que Bono, sus declaraciones, también a Radio España, han escocido igualmente al rival de Almunia. "Si ganara José Borrell, desde luego no sería un desastre, aunque pudiera causar una pequeña contradicción interna. Tendríamos un proceso más complejo", dijo el ex ministro valenciano. Y agregó que las cosas que puede plantear Borrell quizá generan más tensión, cosa que no me parece conveniente". "Almunia", añadió, "inspira confianza y seguridad".

Para Lerma, estas inconveniencias o contradicciones se derivan de que cuando el pasado mes de junio se eligió a Almunia como secretario general del PSOE, no se pensó en que pudiera haber elecciones primarias para la presidencia del Gobierno, y para muchos afiliados era claro que el candidato electoral iba a ser el secretario general.

En el entorno de Borrell se señala que una y otra vez salta a primer plano del debate la posibilidad de que los militantes se vean moralmente impelidos a votar a Almunia para no crear problemas a su partido. Las mismas fuentes reconocen que al ex ministro catalán le gustaría que fuera el propio secretario general quien zanjara el asunto de una vez por todas. No parece que vaya, a ser así, ya que Almunia ha señalado que mientras dure esta campaña y hasta que los militantes voten, no volverá a referirse a su hipotética dimisión.

Por todo ello, en la reunión de la ejecutiva del próximo martes, Borrell volverá a esgrimir las declaraciones de Almunia publicadas en el diario Avui, en las que reiteraba su intención de abandonar su cargo al frente del PSOE si no salía elegido como candidato a La Moncloa. Almunia. asegura que no recuerda haber aludido al tema en esa entrevista, aunque su, comentario de que no suele echarse atrás en sus decisiones ya le parece a Borrell suficiente como para sembrar la zozobra entre los militantes que tendrán que votar el 24 de abril.