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Un agente local declara que vio cómo dos policías golpeaban a un detenido

El fiscal pidió ayer en sus conclusiones definitivas seis años de cárcel para cada uno de los tres policías de la comisaría de Fuenlabrada acusados de apalear a un inmigrante dominicano el 10 de junio de 1995. Durante el juicio, que ayer quedó visto para sentencia, un policía municipal declaró haber visto a dos de los agentes acusados de pegar al detenido en la comisaría. El médico forense, asimismo, certificó que las heridas causadas por la paliza podrían haber acabado con la vida del dominicano.

El fiscal consideró probado que la tarde del 10 de junio de 1995 Antonio Florentino Ayala, detenido tras negarse a ser identificado, fue llevado a la comisaría de Fuenlabrada. Allí, a juicio del ministerio público, los agentes la emprendieron a patadas y puñetazos contra el dominicano hasta el punto de hacerle estallar el intestino y ocasionarle una peritonitis. Pese a ello, aún permaneció. dos horas en el centro policial. Luego fue trasladado al hospital Severo Ochoa, de Leganés, donde fue intervenido de urgencia.El médico forense, en su declaración ante el tribunal, señaló que, si esta operación se hubiese retrasado, el dominicano habría fallecido. Asimismo, señaló que el estallido intestinal era compatible con la lesión producida por un puñetazo.

A la vista también acudieron los cuatro policías municipales que detuvieron a Florentino. Estos agentes afirmaron que el inmigrante, aunque se había resistido a su detención y se había negado a identificarse, en ningún momento les había agredido. Uno de estos policías añadió que, una vez en comisaría, había visto cómo los dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía pegaban al detenido. "No me pareció correcta la actuación de mis compañeros de la Policía Nacional, y así se lo dije", afirmó.

A la vista de estos testimonios, el fiscal concluyó que esta "violencia innecesaria y desmedida" de los policías había quedado probada, y añadió que, aunque los agentes Miguel García Gordo y Rigoberto Pérez Vega se hubiesen culpado mutuamente de la agresión, "no cabe duda de que los dos agredieron a Antonio Florentino, pues ninguno habló de terceras personas".

Gritos en la comisaría

En este sentido, el ministerio público recordó que el entonces inspector jefe de la comisaría de Fuenlabrada, Pedro Sanz Merino, "oyó claramente los gritos de Antonio Florentino mientras era golpeado por los otros dos acusados y no hizo nada por evitarlo". Junto a las penas de cárcel por un delito de lesiones, el fiscal solicitó una indemnización para la víctima de 1.260.000 pesetas. Más dura fue la petición de la acusación particular, que solicitó 10 años de cárcel para cada uno de los tres acusados citados, aunque la retiró para otros dos agentes.Las tres defensas, por su parte, pidieron la absolución de los agentes, aunque el abogado de Pérez Vega planteó de forma subsidiaria la posibilidad de que su cliente cometiera un delito de lesiones, por el que pidió siete meses de cárcel y 151.000 pesetas de indemnización. El letrado del inspector jefe reiteró que su defendido no tuvo conocimiento de los hechos y que efectuó una instrucción ejemplar del caso.

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Al final de la de vista, celebrada en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Madrid, los acusados Pérez Vega y García Gordo tomaron la palabra para reiterar su inocencia. García Gordo, con todo, acusó de nuevo a su compañero de la paliza e insistió en que no pudo reaccionar a tiempo cuando Pérez Vega propinó dos patadas en el abdomen al detenido.

"Mi conciencia me ha absuelto, pero la opinión pública me ha condenado, por lo que pido al tribunal que resuelva este empate", finalizó.

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