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"Las telecomedias aún no han tocado techo"

Rosario G. Gómez

Empezaron a trabajar juntos hace un década, cuando Fernando Trueba les unió en Sé infiel y no mires con quien. Desde entonces, Carmen Maura y Antonio Resines sienten una admiración mutua. Este año se han reencontrado en la serie de Televisión Española A las once en casa, una comedia en estado puro que, dicen, no tiene nada que enviar a las series americanas. Resines y Maura forman en la ficción una atípica pareja divorciada, envueltos en permanentes enredos profesionales y familiares."La experiencia es divertida. Me gusta trabajar con Resines porque es mi actor favorito", confiesa Carmen Maura. Recuerda que se conocieron en la época en la que Trueba y Colomo hacían cortos en súper 8, en blanco y negro e "iban todos con melenas, como los hippies". Más tarde coincidieron en Cómo ser mujer y no morir en el inteno y Cómo ser mujer y disfrutarlo. La actriz vio en A las once en casa un personaje simpático. "Quería hacer de mala, pero sin complejo de culpa y, sobre todo, interpretar el papel de rica". Puso como condición compartir la pantalla con Resines, quien tampoco escatima elogios: "Tenemos una relación espléndida. Hemos trabajado juntos y nos llevamos muy bien".

Resines, volcado en la serie, tiene en puertas el rodaje de la película La niña de tus ojos a las órdenes de Trueba. Maura compatibiliza las aceleradas grabaciones con el rodaje en Chile de la película El entusiamo, en la que comparte reparto con Maribel Verdú. A Madrid viene cuatro días al mes para grabar la serie. "Tengo un sistema práctico de trabajo y los productores me lo pusieron muy fácil", dice.

Carmen Maura decidió dar el paso a la pequeña pantalla para reencontrarse con el gran público. Añoraba la popularidad. Aunque recuerda con angustia la fama que le proporcionó Esta noche, dirigido por Fernando García Tola. "Aquel programa me cambió la vida. Cuando me llamó Tola todos me decían que era un error, que me cargaba mi carrera de actriz. De la noche a la mañana me vieron doce millones de espectadores. Fue un shock, un trauma que me duró tres meses. Lloraba mucho, porque no estaba preparada". De Esta noche aprendió a perderle el miedo a la cámara y a ejercitar la memoria. 'Era peor que hacer una función dramática en el María Guerrero.

La única que se sabía el guión era yo. Todos los demás improvisab

an. Pero me dio la popularidad a partir de entonces tuve más poder para elegir los trabajos".

Ambos están de acuerdo en que la televisión se ha convertido n una fábrica de trabajo para los actores. Sobre todo en los tiempos que corren. "Ha coincidido con una crisis del cine. Desde el año pasado

hay un parón en la adquisición de derechos de antena y se ha producido un problema gravísimo: una ausencia casi absoluta de inversión de las cadenas públicas", comenta Resines. "Y cuando no hay películas, hay que buscarse las habichuelas donde se pueda", añade el actor. No obstante, piensa que la televisión es un medio tan digno como el cine "cuando se hacen las cosas bien". Cree que con la llegada de actores procedentes del cine o del teatro a la pequeña pantalla "se ha ganado en calidad", pese a que los proyectos televisivos tienen menos presupuesto y se graban a un

ritmo vertiginoso, factores que van "en detrimento del producto", La televisión está tomando tal poder "que es normal que absorba a los actores de cine. No hay que avergonzarse por trabajar en televisión", agrega Carmen Maura.

"Lo que me gusta de A Ias once en casa es que es una comedia, prima el humor y tenemos un unto gamberro, aunque se tiene a hacer comedias realistas o ramáticas", dice Resines. Maura opina que las telecomedias son una salida fantástica" para los actores, que vienen a cubrir el hueco que dejaron los filmados. Y la actriz es tajante en sus afirmaciones: "No tenemos nada que envidiar a las series americanas, aunque aquí es desesperante la lucha por los rating. Las cadenas tendrían que reunirse en plan amistoso y

organizarse. Pero, en general, hay televisiones, como la italiana o la argentina, más vergonzosas que la nuestra".

Resines admite que puede haber una saturación, pero la telecomedia es un género que goza de buena salud. "No se ha tocado techo", asegura. "Competimos con películas o con el fútbol. No hay más alternativa. Lo que funcionaba hace unos años ya no puede competir con las comedias porque se lo comen. Lo único que puede competir con las comedias son las propias comedias". Piensa que A las once en casa, "si la cuidan", puede tener un largo recorrido. "No me imagino cinco años haciendo la serie", agrega Maura. De momento, el contrato con la productora Star Line les mantendrá unidos durante 26 capítulos, los justos para completar la temporada.

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