El elogío de la frivolidad

Decía Jean Cocteau que la moda es aquello que pasa de moda. A pesar de su carácter efímero y de su imagen frívola, es una industria que sólo en España produce casi 2,4 billones de pesetas al año. El desinterés social se traduce -también en nuestro país- en la falta de programas específicos en televisión. Canal +, una de las pocas cadenas que prestan atención a este mundo, emite esta noche A mi moda (0. 17), un espacio de producción propia que quiere ser un avance de las tendencias y propuestas para la próxima temporada. Pilar Bardem y Lola Dueñas conducen a los espectadores por los vericuetos de las nuevas colecciones. Las actrices encaman el papel de dos maquilladoras que, con distintas opiniones, analizan las pasarelas de París, Milán y Nueva York; hablan del lujoso desfile de Galiano para Dior y, sobre todo, filosofan acerca de la eterna cuestión: ¿moda o estilo? "Para Chanel, la moda es algo que pasa, lo que queda es el estilo", dice Bardem; "te colocas un trapo, arrasas una noche y después lo quemas", tercia Dueñas.Las dos intérpretes / maquilladoras hacen también un repaso de las top del momento: la jovencísima Audrey Mortnay, casi clónica de Kate Moss que, descubierta por Mishia Prada, "prefiere trabajar porque el colegio no me gusta"; la sudanesa afincada en Londres Alek Wek; Carmen Kess, que trabajaba en un supemercado de Estonia antes de subirse a las pasarelas. A mi moda descubre, además, otras claves para estar a la última: objetos para la casa, exposiciones, restaurantes donde dejarse ver, los centros de belleza new age o la cosmética del nuevo milenio. El programa se enriquece también con la opinión de musas inspiradoras, valores en alza del diseño -Julien MacDonald, Narciso Rodrigues- y creadores con estilo propio, como el tatuador Lord Byron o la cibernética Lara Croft.