"Madrid tiene tantos gallegos que te sientes como en casa"
Desde la ventana de la habitación en su Moaña natal, mientras trabajaba en los temas de su primer disco, Xosé Manuel Budiño veía una y otra mañana la figura ya familiar de Paralaia, un monte jalonado, por lo que cuentan las leyendas, de tesoros fascinantes y secretos pasadizos. Paralaia terminó siendo, precisamente, el título de ese álbum de presentación, que este pontevedrés de 28 años estrena hoy en Madrid. Budiño recibió el lunes en el teatro Rosalía de A Coruña el premio al mejor artista revelación de 1997, pero no es ningún principiante: lleva aferrado a la gaita desde los ocho años y, ya con 15, se subió al escenario en Lorient (Bretaña francesa), quizás el festival más prestigioso en el mundillo celta. Pregunta. Lo del estreno en Madrid, ¿Implica una responsabilidad añadida? Respuesta. El miedo escénico existe en cualquier parte y siempre he pensado que es mala señal que no te tiemblen las piernas o se te encoja el estómago. Lo que sucede es que en Madrid hay tantos gallegos que te sientes como en casa. Como los gallegos estamos por todas partes...P. Pero dicen que la gaita se toca peor en ciudades de clima seco.
R. Eso es verdad. Hay que tener cuidado con, la madera, las palletas [lengüetas] y los foles [fuelles], porque se resecan una barbaridad. De hecho, me tengo que venir de allá con una maleta especial para preservar el instrumento.
P. La gaita ¿se ha desprovisto ya de todos los prejuicios que la rodeaban?
R. Mi experiencia personal indica que sí. Hace 15 años te miraban con cara rara cuando decías que querías ser gaitero: era el peldaño más bajo, un instrumento para la fiesta del pueblo. Ahora hay Aula de Gaita en el Conservatorio de Vigo con más solicitudes de plazas que en la de piano. Las verbenas de pueblo han dejado paso a festivales de música tradicional y los chavales de 15 o 20 años llegan antes al folclor que al rock o la música comercial.
P. Berrogüetto, Luar na Lubre, Chouteira, usted... Ante semejante auge de la música gallega, ¿temen que llegue el momento de la caída?
R. Ése es un asunto que los músicos comentamos mucho entre nosotros, pero creo que no se trata de aprovechar el momento o la moda, sino de sembrar. Somos fondistas, no nos interesa la velocidad para nada y tratamos de preservar la profesionalización y el sabor a Galicia. Nada más.
P. ¿Qué recuerdos conserva de su anterior grupo, Fol de Niu?
R. Aquello fue una experiencia muy interesante, a caballo entre el folclor y la fusión. Si es que los gaiteros somos muy echados para adelante: enseguida cogemos un guitarrista por aquí, un bajista por allá y ihala!, a formar un grupo.
Xosé Manuel Budiño. Hoy, 22.00, en Galileo Galilei (Galileo, 100, metro Moncloa). 2.000 pesetas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.