Núñez revalida, pero tendrá un frente opositor avalado por 14.358 socios
Josep Lluís Núñez, de 66 años, salvó ayer la primera moción de censura contra el presidente de un club español y seguirá dirigiendo al FC Barcelona hasta el 2002. Pero al propio tiempo nació ayer un ente opositor a Núñez avalado por 14.358 socios de los 40.412 que ejercieron su derecho al voto, una constatación de que las últimas elecciones -en las que participaron 8.927 personas menos que ayer a pesar de que entonces las urnas estuvieron abiertas dos horas más- no favorecieron ni la participación ni la igualdad de condiciones para los posibles rivales del presidente al ser convocadas por sorpresa para un 27 de julio.
La moción de censura ha abierto una nueva etapa en el club azulgrana. Núñez continuará su singladura -está a punto de cumplir 20 años como presidente-, pero lo hará frente a un núcleo opositor avalado por el 35,5% de los votos, un 20%, más de los que obtuvo el pasado 27 de julio su opositor Ángel Fernández. Un claro indicio de que el descontento ha crecido, de que la fecha elegida entonces no favoreció la participación y de que si entonces no hubo mayor oposición fue porque el candidato que se presentó no convenció a un buen núcleo de socios que prefirió votar en blanco o abstenerse.Nada será igual que antes. La plataforma Elefant Blau, tal como se ha obstinado en su corta existencia -se constituyó en público el pasado 11 de diciembre-, está firmemente decidida a ejercer una fuerte oposición, apoyada por una importante masa social. No esperaba Núñez que se formara un núcleo opositor como el que ayer se reflejó en las urnas: había asegurado que esperaba ganar el voto de censura por 8-2 y los últimos sondeos encargados por el club el pasado 28 de febrero preveían un resultado de 6,1-2,2. Finalmente, el resultado de ayer fue 6,1-3,5.
Las elecciones colapsaron durante muchos momentos el Miniestadi y sus aledaños, y en aspectos esenciales se asemejaron a las celebradas en 1989, en las que Núñez rivalizó con Sixte Cambra, ahora vicepresidente de su directiva. Entonces también las votaciones se produjeron con motivo de un partido entre el Barcelona y el Real Madrid y entonces, como ahora con Louis van Gaal, también iniciaba el equipo azulgrana un proyecto, el de Johan Cruyff.
La aparición de Cruyff
Precisamente, la aparición poco antes del mediodía de Cruyff, partidario de Elefant Blau, marcó ayer -resultados al margen- el momento más intenso. Numerosos socios, mezclados entre la nube de representantes de los medios de comunicación que lo siguieron de cerca, le mostraron su apoyo con aplausos y vítores, mientras que una minoría le abucheó. Cruyff se desplazó directamente desde Amsterdam, votó y regresó de inmediato a la capital holandesa.No acudió a votar el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, que hasta ahora siempre había ejercido su derecho como socio del equipo azulgrana. Pujol evitó esta vez a toda costa que nadie capitalizase su voto. Tampoco acudió al Miniestadi el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Juan Antonio Samaranch, aunque sí lo hizo su esposa, Bibís, quien dio su apoyo explícito a Núñez. Entre las per sonas famosas que ejercieron su derecho al voto estuvieron el cantante Joan Manuel Serrat, el tenor José Carreras, el dirigente de Convergencia i Unió Joaquim Xicoy, el socialista Josep Maria Sala y el ex jugador azulgrana José Mari Bakero. Serrat, que no quiso hacer público el sentido de su voto, sí dio algunas pistas al pedir: "El club debe tener una mayor transparencia, es importante que las cosas vayan bien económicamente, pero es más importante todavía que se mueva por el corazón que por la cartera. Espero que vivamos una sociedad plural y que los árboles nos dejen ver el bosque".
No se registraron incidencias de relieve durante la votación de los socios azulgrana. Ambas partes, la directiva y Elefant Blau, se lanzaron mutuas acusaciones al considerar ilícito que los interventores de las mesas de votación luciesen adhesivos a favor o en contra de la moción.
Núñez criticó que se repartiesen las papeletas de voto contra la directiva en las afueras del Miniestadi y Joan Laporta, portavoz de Elefant Blau, se indignó por lo que consideró la enésima maniobra de la directiva para hacer propaganda y elevó una queja para limitar la intervención de "algunas azafatas que, más que informar, inducían al voto favorable a Núñez".
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