El Barça fuerza el desempate

La solución al acertijo de una eliminatoria tan incierta y con fases de juego tan indefinido que no acaba de entreverse la ascendencia de uno u otro equipo estará el próximo jueves en Moscú. Lo raro es que en Moscú, donde perdió, el Barça ofreció mejores vibraciones que ayer en el Palau Blaugrana, donde el CSKA ensombreció por momentos la primera condición que se le exigía al equipo azulgrana. El lamentable final del equipo ruso -parecido al del Barça en Moscú- le privó siquiera de lo que se intuía por el cariz de la batalla durante los primeros 33 minutos: un final igualado a más no poder. Pero el Barça cerró por fin el rebote en el sprint final -su cruz durante toda la noche- y el CSKA acabó acusando la mala actuación de uno de sus líderes, el base Domani, y la indolencia.

La frialdad siempre ha sido una virtud en los equipos rusos, pero al mismo tiempo ha sido esta característica un arma de doble filo que les ha venido condenando cíclicamente. Ayer la llevó el CSKA a ese punto exhasperante en el que aún perdiendo por nueve puntos a dos minutos y medio para el final todavía fueron capaces de replegarse sin presionar. Era como si el CSKA hubiera arrojado la toalla.

El Barça tuvo la virtud de hacer valer sus puntos fuertes, no muchos, pero suficientes: la extraordinaria visión de juego de De la Fuente ante la cerrada defensa rusa, el vibrante ritmo que precisa Esteller, los tiritos de media distancia de Mustaf, los triples y la picardía de Djordjevic. Casi siempre fue el Barça por delante, pero siempre, excepto en esos siete minutos finales, le pisó los talones el CSKA.

El equipo azulgrana corrigió algunos errores respecto a su primer partido en Moscú. Sin embargo el equipo azulgrana no tuvo excesiva continuidad en su juego. Difícil resultaba tenerla si no era capaz de cerrar el rebote y si sus jugadores de banquillo no le cogían el tranquillo al partido. Por eso, lo mejor para el Barça fue la victoria, más que el juego que desplegó.

Otros partidos

Maccabi, 88; Bolonia, 72 (11). Paok Salónica, 81; Alba Berlín, 60 (11-1). Liubliana, 61; Benetton, 70 (0-2, clasificado el Benetton). Partizán, 72; Olympiakos, 60 (2-0, clasificado el Partizán). Split, 54; AEK Atenas, 62 (0-2, clasificado el AEK).