Sainz se prueba en Safari
El español enfrenta su Toyota y su liderato a la dureza del rally africano
El campeonato del mundo de rallies viaja a Kenia para disputar el Rally Safari, la única prueba africana del calendario. Sobre el más adverso de los terrenos, Carlos Sainz se dispone a defender su liderato en el Mundial de pilotos y a poner a prueba la fiabilidad de su nuevo Toyota, cuyo rendimiento hasta ahora ha sido impecable. Después de vencer sobre el asfalto de Montecarlo y de quedar segundo en la nieve de Suecia, el piloto madrileño aventaja por cuatro puntos a Tommi Makinen. A partir de hoy afronta la carrera más impredecible con un objetivo fundamental: llegar a la meta el lunes y sumar puntos."Ya se sabe que este rally no tiene nada que ver con ningún otro del campeonato", explica Sainz. "Puede pasar cualquier cosa".
¡Que se lo digan a él! El año pasado, con Ford, tuvo que abandonar porque se aflojó un espárrago de una rueda que había cambiado él mismo a toda prisa tras pincharla cuando intentaba esquivar a un antílope que se cruzó en su camino.
Esta vez Sainz aborda el Safari con optimismo. Confía en la experiencia de Toyota en esta prueba, aunque hace varias temporadas que su equipo no participa en el rally africano. "Tradicionalmente se nos ha dado bien", dice Sainz, que ganó en Kenia en 1992 con un Toyota Celica. "Y sé que el equipo ha preparado a conciencia el nuevo coche adaptándolo a las necesidades del Safari". El piloto local Ian Duncan se encargó de todos los ensayos desde el mes de diciembre.
La misma incertidumbre del bicampeón mundial la expresa el equipo Seat, aunque aumentada, pues ésta será la primera participación de la escudería española en el rally más exigente. El Ibiza de la categoría de dos litros que conducirán el catalán Oriol Gómez y el finés Harri Rovanpera ha sido preparado expresamente, por lo que luce una imagen bastante diferente a la del utilitario más vendido en España en 1997, con 60.941 unidades.
Seat aspira, a poco en su primera experiencia. Todo lo contrario que Sainz, que parte como uno de los favoritos, junto con sus rivales en el Mundial: los finlandeses Makinen (Mitsubishi) y Juha Kankkunen (Ford), y el escocés Colin McRae (Subaru), vencedor el año pasado. La carrera incluye 1.400 kilómetros cronometrados, distancia muy superior a lo normal, y se divide en tres jornadas. Tres días en los que un país inestable desde el punto de vista sociopolítico se paraliza y se vuelca en su mayor acontecimiento anual.
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