La cantera se quita la espina de La Romareda
Celades tuvo que retirarse los 15 minutos por lesión y Roger acabó llorando desconsolado en el césped. Óscar estaba lesionado e Iván, aquel día por descarte -ayer no fue por esa razón-, no jugó. El último Barça de Cruyff perdió precisamente en Zaragoza la final de la Copa del Rey ante el Atlético, el 20 de abril de 1996, en un partido dramático, con prórroga, en el que Guardiola acabó jugando cojo. Muchos de los futbolistas de aquel equipo (Roger, Celades, Ferrer, Sergi) actuaron ayer. No sólo perdieron una final. El crédito de Cruyff empezó a agotarse y se consumió en una semana: el Barça perdió en casa sus opciones en la Liga al caer ante el Atlético y fue eliminado por el Bayern, Munich de la UEFA.
Dos temporadas después, los canteranos, que pasaron un año olvidados por Robson, se han quitado una espina. La de perder su primera final volviendo ayer a La Romareda cuando el equipo de Van Gaal ha ofrecido con ellos su mejor juego.
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