El Guipuzcoano descarta entrar en el proceso de fusiones bancarias
El presidente del Banco Guipuzcoano, José María Aguirre González, descartó ayer la participacipación de la entidad en el proceso de fusiones abierto esta semana con la oferta pública de adquisición del Banco Santander sobre Banesto. Aguirre González afirmó que el Guipuzcoano "no mantiene contactos con nadie, ni con cajas ni con bancos".Aseguró que el "blindaje" de que se dotó preventivamente la entidad cuando la pretendió el Banco de Vitoria sigue funcionado. Como ejemplo, resaltó que el mayor accionista de la entidad donostiarra, el Banco de Sabadell, posee sólo el 10% de las acciones. El presidente del Guipuzcoano señaló que cree firmemente en el futuro de los bancos medianos como entidades independientes y advirtió que si alguien pretende hacerse con la entidad tendrá que pagar con dinero "y no con papelitos", en referencia a un hipotético intercambio de acciones.
Aguirre González reveló ayer a la junta general de accionistas que la entidad bancaria, creada en 1899, estuvo a punto quedar colapsada el 1 de junio de 1997, cuando las inundaciones anegaron la comarca de San Sebastián y destruyeron sus ordenadores centrales. El banco tuvo que recurrir al servicio externo de copias de seguridad (back up, en la jerga informática) para poder seguir operando. Los daños económicos sufridos se cifraron en 1.067 millones.
El banco alcanzó un beneficio neto de 3.464 millones en 1997, lo que supone un incremento del 10, 1 % respecto al año anterior. La entidad repartirá un dividendo de 184 pesetas por acciones ordinarias y 284 para las preferentes.
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