El Barça pasa con agonía

Ade-Mensah falló en el último suspiro. Y el Barça pasó. La victoria y el pase a los octavos de final resultó épico para el equipo azulgrana que mereció resolver de otra forma. No importó. El Palau Blaugrana rindió honores al partidazo de los suyos y a los méritos de los otros. Ahora, el Barcelona, finalmente tercero en el grupo G, se medirá en los octavos de final al CSKA de Moscú.

Maljkovic es uno de los entrenadores más incómodos tanto para los equipos rivales como para sus propios jugadores. Se mueve siempre en el límite. Le gusta exprimir al máximo las neuronas y el físico. El gran acierto del Barça fue que supo responder a la ofensiva estratégica del técnico yugoslavo. El Racing jugó al límite de sus posesiones, asfixió en defensa, especialmente en la que aplicó sobre Djordjevic, masticó sus canastas con una elaboradísima serie de movimientos y buscó triple tras triple -11 obtuvo- Y por si fuera poco, cuando perdió rueda (62-51), apretó en defensa presionando por toda la pista y resucitó el partido (62-63).

El Barcelona falló dos de los 32 tiros libres que intentó -algo vital ante un rival tan aguerrido como el francés-, se fajó en el rebote doblando las capturas del Racing y compensando de esa forma su peor porcentaje en el tiro y en las pérdidas de posesión y todos y cada uno de sus jugadores respondieron a la catadura del partido. Sólo así podía pasar.