EL CANTE DEL DOBLE
Mark Morrison, una de las máximas estrellas de la música negra británica, ha comprobado que su annus horribilis se prolonga. En 1997, el intérprete de Return of the Mack no dejó de visitar comisarías y juzgados, tras una cadena de altercados con fotógrafos, policías y seguidores Una revista musical lamentaba que esos líos le impidieran pensar en nuevas canciones y, en busca de un reportaje, se puso en contacto con una agencia de sosias, queriendo contratar a un actor que encarnara al artista en algunos de sus compromisos legales. Era un chiste a costa de Morrison, pero resulta que éste había pensado lo mismo. Condenado a 150 horas de trabajos comunitarios por una pelea, el cantante mandó un impostor en su lugar. Aunque el hombre llevaba gafas oscuras y gorro, se descubrió el pastel: carecía de cicatrices, era menos musculoso y se negaba a firmar autógrafos. Morrison se enfrentaba ahora a una nueva estancia en la cárcel.-
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